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Martes, 17 Noviembre 2015 02:42

En la aventura de la mini, Gali pierde aun ganando




Written by  Arturo Rueda

El calendario de Gali se agota: de los 56 meses que iba a gobernar como alcalde, sólo lo hará 24. Y de los 72 que podría durar su administración si se esperara a postularse a 2018, de ganar en 2016, sólo gobernará en 20 meses. Ya ni hablar de la senaduría: postularse acabando la minigubernatura suena imposible, porque tendría que abandonar el cargo de gobernador con noventa días de anticipación y abriría una crisis política en el Congreso para designar al mandatario interino


Aun obteniendo la victoria, la minigubernatura es el peor escenario posible para Antonio Gali Fayad, el auténtico sacrificado del 2016. Como presidente municipal de la Angelópolis podría terminar su periodo en 2018 para luego embarcarse en la búsqueda de la gubernatura, de la que sería el gran favorito. De triunfar, cómodamente gobernaría hasta 2024 y hasta tendría aire suficiente para buscar una senaduría, con lo que su ciclo político culminaría hasta el lejanísimo 2030.

 

Sin embargo, en un acto de amistad y lealtad política sui generis, Gali aceptó terminar por anticipado su periodo en la alcaldía, recortar su hipotético estancia en Casa Puebla, y hasta dejar atrás la posibilidad de buscar una senaduría.

 

El sacrificio de Gali es mayúsculo y quizá hasta ahora no ha sido valorado correctamente. Significa, nada más y nada menos, que el acortamiento de su carrera política para privilegiar el proyecto presidencial de Moreno Valle. A estas alturas, nadie puede fingir ingenuidad: es al gobernador poblano a quien le conviene aventar a Gali a pelear la minigubernatura, no al revés. Si por Gali fuera, éste se quedaría despachando como presidente municipal.

 

Honor a quien honor merece: al ex secretario de Infraestructura le tocaba mirar desde Charlie Hall la batalla del 2016. Y sin embargo, aceptó la propuesta suicida de su amigo Moreno Valle. Porque lo que está haciendo es, precisamente, suicida: acortar su proyecto político.

 

El calendario de Gali se agota: de los 56 meses que iba a gobernar como alcalde, sólo lo hará 24. Y de los 72 que podría durar su administración si se esperara a postularse a 2018, de ganar en 2016, sólo gobernará en 20 meses.

 

Ya ni hablar de la senaduría: postularse acabando la minigubernatura suena imposible, porque tendría que abandonar el cargo de gobernador con noventa días de anticipación y abriría una crisis política en el Congreso para designar al mandatario interino. Posibilidad totalmente cancelada, por lo que de 2018 en adelante, Gali tendría que irse a su casa (a menos que Moreno Valle sea electo Presidente).

 

¿Qué gana en todo esto Antonio Gali?

 

Claramente, nada.

 

Absolutamente nada.

 

A lo mucho, posicionar su nombre para que en algún punto su hijo Antonio Gali López busque la alcaldía o la gubernatura, pero eso son cuentas de la lechera.

 

En la aventura de la mini, Gali pierde aun ganando.

 

Pese a ello, está más que comprometido con la victoria en la “mini” para ayudar a su amigo Moreno Valle. Y su participación es esencial para amarrar acuerdos con los grupos y personajes que no quieren tener ya ninguna interlocución con el gobernador poblano, porque simplemente ya no le creen.

 

A reserva de esperar un poco, Gali se ha quitado uno de sus mayores dolores de cabeza: la ruptura con el panismo tradicional liderado por el ex alcalde Eduardo Rivera Pérez, a quienes algunos cilindrean para presentarse como candidato independiente.

 

Las negociaciones han fructificado y todo indica que antes de enero van a cerrarse. La operación cicatriz se cerró con la visita de Josefina Vázquez Mota, ex candidata presidencial, a la inauguración de la Expo Comex la semana anterior. Aunque medios como e-consulta reportaron actitudes bélicas en reuniones privadas, en realidad ocurrió todo lo contrario: la ex titular de la SEP vino a Puebla, además de recibir un jugoso contrato para la empresa de la que su papá y hermanos son distribuidores, a través de la empresa Pinturerias de México, a participar de las negociaciones para liberar las cuentas públicas de Rivera.

 

Y parece que hubo feliz acuerdo.

 

Entrevistada por Mariano Serrano en Oro Noticias, Josefina Vázquez Mota dijo sobre las aspiraciones de Gali Fayad: “el Alcalde está en todo su legítimo derecho, por supuesto de buscar esta candidatura y, posteriormente el triunfo de ésta gubernatura… iré a acompañar en su momento la campaña…, por lo pronto quiero felicitar al Alcalde por lo que está haciendo, un trabajo muy comprometido, así lo vi esta noche, a su equipo también e insisto, esta unidad que también se dio esa noche es una señal política muy importante, quiere decir que unidos es como mejor podemos responder a la ciudadanía, ya llagarán los tiempos electorales, querido Mariano y entonces yo estaré acompañando a quien haya decidido mi partido, pero felicito el trabajo que se está haciendo hasta el momento, que es un gran trabajo y que se nota por todos lados en la Ciudad de Puebla”.

 

Ahora, sólo queda esperar el cierre de los acuerdos con Lalo Rivera. Pero la reconciliación es un hecho.

 

 

 

 

 

 

 

 

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