A siete meses que el gobierno de José Luis Galeazzi Berra adquirió cinco barredoras por más de 1.3 millones de pesos, éstas ya lucen como reliquias en la entrada del Palacio Municipal, debido a que se encuentran inservibles.

Cuando fueron adquiridas, el gobierno municipal indicó que era con el fin de cubrir hasta un 18.4 por ciento del territorio en labores de limpieza, pero sólo se ocuparon para recoger hojas en la plazuela principal.

Algunos trabajadores, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias, aseguraron que esos equipos, lejos de llegar a abonar en las labores que realizan, “se convirtieron en un estorbo porque son pesadas y no levantan ‘basuras’ más grandes, incluso hasta se atoran en la manguera que lo aspira”.

Explicaron que desde que les fueron entregadas, las máquinas presentaron problemas, ya que materiales como plástico y hojas tapan los ductos, lo que complica la función y hace que se invierta el doble de tiempo.

“Es el doble de trabajo el que hacemos, tenemos que hacer fuerza cuando absorbe, se pega la cosa esta, con una hoja se queda atorado todo en el tubo de absorción, lo hacemos despacio, se imagina usted con las bolsas de nylon, cuando llueva imagínese cómo va a pegarse toda la basura”, argumentó uno de ellos.

Aunque las barredoras se habían adquirido para limpiar la parte del Zócalo y bulevares, en estas zonas se sigue barriendo con escobas y en el zócalo con palmas.