La fuga de combustible robado en Puebla tiene su “boquete” más grande en el municipio de Tepeaca, la misma zona en donde operaba la red de “chupaductos” que era protegida por el director de la Policía Estatal, Marco Antonio Estrada López, ya que en 2014 se posicionó como el municipio con mayor número de tomas clandestinas detectadas por Petróleos Mexicanos en el estado y alcanzó el lugar 17 a nivel nacional, según el último informe de la paraestatal publicado en la plataforma Gobierno Fácil.

La mano de los policías “chupaductos” no sólo sumergió a Puebla en una crisis de robo de combustible durante el 2014 y el primer semestre de 2015, sino que también trazó en el mapa la zona más vulnerable para Pemex en el estado, situada en el municipio de Tepeaca.

Con 81 tomas clandestinas detectadas, Tepeaca se posicionó como el municipio con mayor incidencia de robo a combustible en el gobierno morenovallista, lo que refleja un crecimiento de mil 150 por ciento en comparación con el último año de gobierno de Mario Marín Torres.

Fue durante la administración del presidente municipal, Isauro Rendón Vargas, cuando Tepeaca se convirtió en el principal boquete de combustible robado en el estado, pues su gobierno inició con cuatro tomas clandestinas detectadas en 2011 y cerró con 46 en 2014, cuando entregó la administración a David Huerta Ruíz.

El crecimiento fue paulatino, pues en 201, fue el séptimo municipio con más tomas clandestinas, al registrar cuatro casos y aunque en 2012 ocupaba el mismo lugar a nivel estatal, el número de ductos ilegales creció a siete.

El robo a combustible se disparó a partir de 2013, cuando Facundo Rosas Rosas asumió la Secretaría de Seguridad Pública del estado, pues en ese año registró 24 ductos ilegales para posicionarse en el segundo lugar a nivel estatal. En 2014 el municipio se coronó con el primer lugar en el estado con 46 tomas clandestinas y en el lugar 17 a nivel nacional.

Fue en este último año, cuando Marco Antonio Estrada López, asumió la dirección de la Policía Estatal en sustitución de Alejandro Santizo Méndez, sin embargo, a mediados de junio de 2015 fue detenido junto al jefe del Grupo de Operaciones Especiales, Tomás Mendoza Lozano, por proteger a una red de delincuentes mientras extraían el hidrocarburo en la zona de Tepeaca.

Dos semanas después del escándalo, Facundo Rosas dejó la SSP del estado con motivo de la investigación que la Procuraduría General de la República (PGR), inició en su contra por su posible participación en la red de policías que protegían a los chupaductos.

Municipios aledaños, en los primeros lugares

Tepeaca fue el municipio con mayor incidencia de robo a combustible, además de que la mafia de “chupaductos” extendió su poder a los municipios aledaños, pues fueron éstos los que siguieron en la lista de Pemex con mayor número de tomas clandestinas detectadas.

En 2014, el segundo municipio con más tomas clandestinas fue Acajete con 43, seguido de Quecholac con 32, Acatzingo con 29 y Amozoc de Mota con 28. Todos situados a menos de 30 minutos de Tepeaca.

La tendencia fue similar en 2013, año en el que sólo se incorporó el municipio de Palmar de Bravo como parte de las cinco ciudades con más tomas clandestinas en el estado y que también es colindante con Tepeaca.

Este patrón dista mucho de lo que se reflejó durante 2011 y 2012, pues en el primer año del gobierno morenovallista la lista de municipios con mayor incidencia estuvo conformada por Huejotzingo, Amozoc, Puebla, Coronango y Acatzingo.

Para el segundo año del sexenio, la lista la encabezó de nueva cuenta Huejotzingo, seguido de la capital poblana, Tlaltenango, Quecholac y Amozoc.