Mientras organizaciones civiles y la Procuraduría General de Justicia (PGJ) debaten por la cifra real de feminicidios en Puebla, la realidad es que sólo hay una sentencia por este delito en los últimos dos años, reveló el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), al señalar que desde 2013 se han iniciado 17 procesos por este delito que se tipificó en 2012, de los cuales sólo uno ha terminado en sentencia en contra de los asesinos.

Fue el área de comunicación del TSJ quien proporcionó esta información, luego de que el magistrado presidente, Roberto Flores Toledano, dijo desconocer el número de procesos que lleva el tribunal por este delito, cuando fue entrevistado por los medios de comunicación.

Al igual que el procurador general de Justicia, Víctor Carrancá Bourget, el presidente del TSJ delegó la responsabilidad a su departamento de Comunicación Social para brindar la información de este delito que ha impactado a la sociedad poblana en los últimos años.

A diferencia de la PGJ, el TSJ proporcionó la información el mismo día de la entrevista y reveló que desde el 2013 a la fecha se han iniciado 17 procesos judiciales por este delito, de los cuales sólo uno ha recibido sentencia.

La efectividad para impartir justicia por este delito está muy lejos de garantizar tranquilidad a los poblanos, y aunque organizaciones civiles y las autoridades no se han puesto de acuerdo en la cifra real de feminicidios, se habla de 20 a 240 casos en los últimos años.

De acuerdo con la Universidad Iberoamericana, de acuerdo con un conteo realizado por el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuria, suman 240 feminicidios de 2010 a 2015, sin embargo la PGJ argumenta que sólo van 20 asesinatos con esta agravante durante 2013 y 2014, con el argumento de que el delito de feminicidio fue tipificado desde el 2012.

Por su parte, el Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos AC (Odesyr) que preside Brahim Zamora, tiene documentados 164 casos en los últimos cuatro años, incluido el de Paulina Camargo Limón, quien se presume fue asesinada el 25 de agosto por su novio después de enterarse que ésta estaba embarazada.