La Arquidiócesis de Puebla reveló que hasta el momento la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Puebla no se ha comunicado con ellos para informarlos sobre las investigaciones por el homicidio del párroco del templo de Santa María de la Natividad en Cuyoaco, Erasto Pliego de Jesús, sin embargo, dijeron no tener conocimiento de que hubiera denunciado amenazas que pusieran en riesgo su vida.

Así lo dio a conocer el obispo auxiliar de Puebla, Felipe Pozos Lorenzini, quien además indicó que los clérigos del interior del estado hayan solicitado que se les refuerce su seguridad, además de que están a la espera de que de forma oficial, la PGJ ratifique que los restos corresponden a los del párroco que habría sido hallado el 16 de noviembre en terrenos de Nopalucan con el 40 por ciento de la superficie de su cuerpo calcinada.

“Estamos esperando los resultados para entonces poder proceder, no podemos adelantarnos. Ningún sacerdote nos ha reportado violencia o que necesite seguridad (…) Nosotros no teníamos conocimientos de amenazas”, informó.

Asimismo, Pozos Lorenzini confirmó que el domingo previo a su desaparición, el sacerdote no había oficiado misa, mientras que fue hasta el martes 17 de noviembre cuando se informó a la arquidiócesis del hallazgo de un cuerpo que presuntamente había sido identificado como el del sacerdote de Cuyoaco.

Debido a la cercanía que el sacerdote tenía con su comunidad, el obispado determinó dejar en manos del párroco de Libres a los feligreses de Cuyoaco y al vicario episcopal, el cual incluso ya ha tenido acercamiento con los familiares de Erasto Pliego, sin embargo, dijo que esperan a que el hallazgo se haga oficial.

“En este momento, la comunidad la está atendiendo el párroco de Libres, él y el padre vicario Lázaro están atendiendo la comunidad, por dos motivos, la cercanía y por qué el párroco de Libres es encargado de la zona”, sostuvo.