En tal mérito, “no hay ningún secreto”, afirma. Sí, en cambio, dedicación y esfuerzo. “No se trata de exigirse demás, sólo crearse un hábito de estudio y ser constante”. Tal práctica la condujo al éxito al lograr ingresar a una de las carreras de mayor demanda: la Licenciatura en Medicina.
“Por insistencia de mis papás, quienes siempre me apoyan”, Fernanda inició su preparación para ingresar a la BUAP desde septiembre pasado, cuando comenzó a resolver guías de estudio. Sábados y domingos, cuatro horas por semana. “Fuí constante, siempre con horario”, comenta.
Hoy su expectativa es una: tener la mejor formación profesional en el campo de la Medicina, al haber sido aceptada en una de las mejores universidades del país. Así se lo expresaron compañeros y amigos que estudian o han estudiado en sus aulas. Así se lo afirmaron médicos y especialistas en el campo de la salud. De allí surgió su meta de ingresar a la BUAP.
¿Qué significa haber obtenido el puntaje más alto de entre todos los aspirantes a estudiar una licenciatura en la BUAP?
- La verdad es un logro, un éxito. No venía con el objetivo de ser el puntaje más alto, sólo quería ser admitida en la BUAP. Yo no sabía, hasta hoy, que obtuve la calificación más alta...la verdad me siento muy feliz.
En su rostro aún hay incredulidad. A través de sus lentes se descubren unos grandes ojos que delatan asombro.
María Fernanda Antonio Solís siempre ha sido una estudiante brillante. De 10. Y en este logro, dice, el mérito es de sus padres. Trabajador jubilado y ama de casa, ambos le inculcaron la disciplina del estudio. “Mis padres me ayudaron a crear un hábito de estudio. Desde pequeña, todos los días estudiaba o leía algo. No sé si ellos hicieron bien o mal, pero en lugar de juguetes, siempre me compraban un libro”.
Si bien desde pequeña la Medicina atrajo su atención, es en la preparatoria cuando define esta vocación. Hoy está convencida que es el medio para brindar un servicio al prójimo. “En la prepa, cuando pasé por los laboratorios, el área de Biología, me decidí a estudiar esta carrera. Pensé que yo podía utilizar mi vida para ayudar a las personas y es a través de la Medicina que puedo lograrlo”.
De la BUAP, además de representar la mejor opción de formación profesional, le atrae también su amplia oferta en intercambio académico y becas. Ella es la menor de tres hermanas. Todas buenas estudiantes. Y en ese destino no hay suerte. Hay trabajo: “mis papás siempre se han esforzado por darnos los necesario para tener las mejores oportunidades. Ellos siempre nos han inculcado el hábito del estudio y la lectura”.
Es así como a partir de este 10 de agosto, Fernanda comenzará su formación profesional y de servicio, al lado de más de 20 mil nuevos alum