El gobierno estadunidense presentó una demanda civil en contra de Volkswagen por la que pagarían más de 20 mil millones de dólares –340 mil millones de pesos– por alterar los niveles de contaminación de sus unidades a diésel, debido a que acusan a la firma alemana de violar la confianza de los consumidores en la Unión Americana, de poner en riesgo la salud pública al no respetar las leyes ambientales y de dejar en desventaja a sus competidores.

La demanda fue presentada en la Corte Federal de Distrito en Detroit, Michigan por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) –la instancia que destapó el Dieselgate en septiembre del año pasado–, así como por el Departamento de Justicia de aquel país.

El 18 de septiembre del año pasado, la EPA informó sobre la estafa ambiental que cometió Volkswagen en Estados Unidos, debido a que 600 mil unidades con motor diésel comercializadas entre 2008 y 2014 contenían un dispositivo que disfraza los niveles reales de polución durante los procesos de verificación vehicular, pero una vez que circulaban en las calles se elevaba su producción de contaminantes.

Puebla ha sido alcanzada por este escándalo, pues entre los modelos involucrados se encuentran el Jetta y Golf fabricados en la planta de Cuautlancingo; además de que la camioneta Q5 que Audi fabricará en San José Chiapa ha sido incluida en la lista negra.

La agencia ambiental desató así la crisis mundial más grande del consorcio alemán e informó que por cada unidad alterada con este software, la automotriz pagaría 37 mil 500 dólares como multa, lo que representaría una sanción superior a los 18 mil millones de dólares, en caso de que todos los automóviles tengan dicha modificación.

Medios internacionales revelaron que la EPA y el Departamento de Justicia estadunidense ya dieron el primer paso para sancionar a Volkswagen, pues la empresa no ha dado una respuesta favorable durante los acercamientos que se han dado.

En la denuncia, se acusa a la firma teutona de violar las normas establecidas en la Ley de Aire Limpio, la cual contiene las certificaciones y estándares que deben cumplir las unidades.

El País informó que este procedimiento legal iniciado en Detroit será transferido a Carolina del Norte, donde está pendiente una demanda colectiva de particulares contra Volkswagen.

La agencia AP informó que Cynthia Giles, viceadministradora para el cumplimiento de normas ambientales del Departamento de Justicia, dijo que el gobierno estadounidense buscará por todos los medios que Volkswagen cumpla con las normas establecidas en aquel país.

“Los fabricantes de autos que no certifiquen adecuadamente sus vehículos y engañen los sistemas de control de emisiones violan la confianza del público, ponen en peligro la salud pública y dejan en desventaja a los competidores”, expuso la funcionaria.

"Con la demanda de hoy dimos un paso importante para proteger la salud pública al buscar hacer responsable a Volkswagen por la contaminación ilegal del aire, colocándolos en el camino hacia una resolución (…). Hasta ahora, las pláticas de un retiro con la empresa no han producido avances aceptables. Estas negociaciones seguirán en paralelo con la acción en la corte federal”, señaló Cynthia Giles.