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Martes, 15 Marzo 2016 01:59

Ana Tere, Roxana, Ricardo: expresiones del voto inútil




Written by  Javier Arellano Ramírez

¿Cuáles son los elementos que tienen en común?


¿Qué características semejantes presentan?

 

¿Qué unen a Ana Teresa Aranda, a Roxana Luna y a Ricardo Jiménez Hernández?

 

El factor central que estos personajes comparten es una inocultable debilidad estructural en sus proyectos. Son en realidad candidatos de papel.

 

Ana Teresa Aranda no tiene tesis, no tiene premisas, tampoco proyectos. Pero esto no es de ahora, no es una fotografía de los últimos meses.

 

Es una descripción de su vida política. Durante toda su existencia siempre ejerció el papel rebelde, la postura contestataria, el discurso incendiario; fue fiel devota de la protesta, apasionada del escándalo político.

 

La señora pasó toda su vida gritando, pero nunca construyó algo.

 

En días pasados Ana Teresa Aranda Orozco sufrió un lamentable accidente. Afortunadamente salió bien librada de la colisión. Nadie le desea un mal. Pero imaginemos, sólo imaginemos por un segundo que la señora hubiese perecido. Algo que –repetimos–, de ninguna manera deseamos.

 

Si Ana Tere hubiese dejado de existir, ¿qué legado dejaría? ¿Una escuela? ¿Una carretera? ¿Una clínica? ¿Un quirófano? ¿Un grupo político? ¿Una generación de activistas o luchadores sociales?

 

Es decir, ¿qué han dejado los años de ejercicio político de Ana Tere?

 

Si Aranda se hubiera ido en ese accidente, ¿cómo la recordaríamos en tres años?

 

La mejor respuesta la tiene usted, estimado y generoso lector.

 

Hoy, la señora repete la misma receta que le hemos visto a lo largo de las últimas décadas: la victimización, la denostación, el discurso incendiario. El “Estamos hasta la madre”, es un grito carente de creatividad, es el eco del emblema del poeta Javier Sicilia. El movimiento del escritor se fue apagando y hoy Morelos sigue siendo un infierno. El “estamos hasta la madre” se convirtió en un “vivimos hasta la madre”.

 

Ana Tere sabe perfectamente que este es su último arrebato, el exabrupto final. Pasando el proceso electoral sólo tendrá cabida en la inhóspita y desértica sala del ostracismo político. Ya no habrá más vida pública para ella.

 

El último arrebato es como aquel diálogo revolucionario de la película de María Félix:

 

- “Ya me quedé sin parque”

 

- “¡Pues miéntales la madre que les duele igual!”

 

Ana Tere no quiere ganar la gubernatura, sólo se conforma con un templete para mentar madres.

 

Roxana Luna

 

Sin duda Roxana Luna Porquillo es la más congruente de las candidatas de este proceso electoral. Es una auténtica militante de izquierda, convencida luchadora. De las voces opositoras que se levantarán en este proceso, Luna es la que tiene mayor solvencia moral.

 

Pero Luna sólo es el símbolo del distanciamiento entre el gobernador Rafael Moreno Valle y el Senador Miguel Barbosa Huerta. Sabe que tampoco va a ganar, pero tiene la encomienda de pasar las facturas de rigor.

 

Ricardo Jiménez

 

De Ricardo Jiménez Hernández bien puede decirse que es el ciudadano inquieto que una mañana despertó y se sintió “El Bronco” poblano. No tiene pasado político ni tampoco tiene futuro.

 

Estas son las ofertas políticas de las fuerzas opositoras. Una verdadera invitación al voto inútil. Son estos excesos los que generan tanto abstencionismo.

 

Votar por estos personajes o no votar es exactamente lo mismo.

 

Como siempre, quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.

 

 

 

 

 

 

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