Wednesday, 24 de April de 2024

Martes, 05 Abril 2016 02:13

Un hermético priismo se prepara para la derrota




Written by  Javier Arellano Ramírez

Esta es la realidad.


Es la descripción del auténtico y verdadero escenario.

 

Aunque Jorge Estefan Chidiac, Alejandro Armenta Mier y Rocío García Olmedo aparecen al lado de la candidata Blanca Alcalá, lo cierto es que se están preparando para lo peor. Lo que los propios priistas conversan en privado, en secretos cónclaves, en herméticas reuniones es que deben estar preparados para la derrota electoral de la señora Alcalá, misma que se vislumbra desde este momento.

 

La debacle electoral de la abanderada tendrá las siguientes repercusiones que desde este momento podemos adelantar.

 

Primero. Cobijada por el manto protector de Emilio Gamboa Patrón, la señora Alcalá regresará a su escaño en el Senado de la República. La misma mano benefactora habrá de prodigar las condiciones para que realice “viajes legislativos” a Francia, Italia, Australia. Adonde sea necesario para paliar el desasosiego que invadirá a la malograda candidata.

 

Los más centrados análisis periodísticos subrayarán que se repitió el “Síndrome Ivonne Álvarez”, el otro experimento fallido de Gamboa Patrón.

 

Lo cierto es que la derrota acabará con la carrera política de Blanca. Ya no tendrá más caminos en el futuro. Es posible que su benefactor la ubique como subsecretaria, delegada, directora en alguna chamba federal. Pero la carrera política hasta ahí llegó.

 

La primera semana de junio Blanca Alcalá será un cadáver político y a diferencia de Mario Marín no tiene tropas, no tiene soldados que sigan su proyecto. Hasta ahí llegará ella y los suyos. Así como Ivonne Álvarez en Nuevo León.

 

Segundo. La prensa “Rafafóbica” acusará una “elección de Estado” y acusará la mayor movilización de recursos a favor del abanderado azul.

 

Tercero. Luego del fallecimiento político de Blanca Alcalá cuatro serán los protagonistas que buscarán afanosa, empecinadamente la nominación para el 2018. En orden de aparición serán los siguientes: Alejandro Armenta Mier, Jorge Estefan Chidiac, Enrique Doger Guerrero y Juan Carlos Lastiri Quiroz.

 

Hay que reconocerlo, cada uno tiene su capital y peculiar posicionamiento político. Pero Armenta y Estefan serán descalificados porque tuvieron en sus manos la campaña de Alcalá y no pudieron operar con sagacidad, ni astucia. De manera singular los argumentos se dirigirán contra Alejandro quien llevará dos derrotas a cuestas, la de Javier López Zavala y la de Blanca. Es problema toral es que confundieron la campaña con una jornada de dardos contra Rafael Moreno Valle.

 

Pensaron que a mayor número de golpes crecería su candidata, pero se olvidaron construir una verdadera estrategia.

 

De astuta manera Enrique Doger y Juan Carlos Lastiri se replegaron de la escena electoral, precisamente porque anticiparon que podría ocurrir un desastre.

 

Cuarto. La batalla por el 2018 se centrará entre quienes tengan mayor cercanía con el candidato priista a la Presidencia de la República.

 

Aún falta para que se resuelva ese tema. En la esfera nacional dos fuerzas están chocando de manera frontal. Por un lado la clase política auténticamente priista apoya al Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, pero el frente contrario lo encabeza el expresidente Carlos Salinas de Gortari que busca perpetuar su proyecto neoliberal un sexenio más.

 

Este será el escenario para principios del próximo mes de junio.

 

Mientras tanto, los priistas en hermético conclave se siguen preparando para la derrota de su candidata. Ninguno lo va a reconocer, ninguno lo va a aceptar, pero todos lo están haciendo.

 

Como siempre, quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com, sin mx.

 

 

 

 

 

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