Arrancó la carrera abajo, pero su terrible campaña ya la hizo desplomarse. La brecha que separa a Blanca Alcalá Ruiz de Antonio Gali Fayad se amplió a 16 puntos en la tercera semana de la contienda, y si las tendencias mostradas por el Termómetro Electoral MAS DATA/CAMBIO continúan, el PRI se perfila a un fracaso histórico que van a cargar sobre sus hombros la senadora con licencia, Jorge Estefan Chidiac y Alejandro Armenta Mier.
La Tercera Encuesta del Termómetro Electoral muestra con claridad que Blanca Alcalá tiene menos simpatías que cuando comenzó la campaña electoral. Arrancó con 31.3 y ahora apenas reúne 30 puntos de la intención efectiva de voto. En su ecuación personal, ha perdido 1.3 puntos de respaldo. Lo que conducen Estefan y Armenta es una campaña electoral deficitaria: restan en vez de sumar.
Distanciarse a 16 puntos de Antonio Gali Fayad no es la única preocupación de la triada Alcalá-Estefan-Armenta cuando, una semana antes, “sólo” estaban a 11 puntos. El problema es que los 4.5 puntos que perdieron a lo largo de la semana se repartieron entre Morena y PRD. El académico Abraham Quiroz ganó 1.8 puntos y llego a 11.3, mientras que Roxana Luna sumó 1.6 y llegó a 5.5 % de la intención efectiva de voto.
¿Conclusión? El crecimiento de los candidatos de la chiquillada es directamente proporcional a la disminución de apoyos a Blanca Alcalá. La hipótesis se confirmó: como el PRI, Morena y PRD se disputan el mismo electorado antimorenovallista, acaban robándose entre ellos mismos. En otras palabras, el antimorenovallismo se fragmenta en tres opciones.
Y ahora viene la cuarta una vez que Ana Teresa Aranda formalmente ya es candidata. En las tres mediciones de Mas Data aparece con un consistente promedio de 3.5 % de la intención de voto, pero sus expectativas de crecimiento son altas ya que despunta en las opiniones positivas luego de la lucha para lograr su registro, además de todas las trabas que le pusieron los consejeros del IEE. El dato preocupante para Blanca es que Ana Teresa tiene la mitad de las menciones positivas de ella.
¿Y a quien le va a robar Ana Teresa? Pues al mismo segmento de morenovallefóbicos que se disputan entre ella misma, Roxana Luna, Abraham Quiroz y Blanca Alcalá. El resto de la contienda, las semanas que quedan, lo único que podríamos ver es una robadera de votos entre ellos mismos: uno sube, otra baja, y la siguiente semana viceversa. El segmento electoral es el mismo, pero la que tiene más positivos, increíble, es la candidatura independiente que logró el registro con mil y un tretas.
En números duros, la campaña de Blanca es peor que la de Javier López Zavala y la de Enrique Agüera.
El 19 de abril de 2010, Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) le daba al PRI una ventaja de 9 puntos sobre la coalición morenovallista. Es decir, el delfín marinista todavía no se desplomaba, aunque ya iniciaba su camino de bajada. Zavala tenía 35.5 % y Moreno Valle 26.4 % de la intención efectiva.
El jueves 23 de mayo del 2013, tras 17 días oficiales de campaña, Enrique Agüera estaba en plena competencia y vivía sus mejores días, pues se encontraba apenas a 3.2 % del abanderado de la coalición Puebla Unida, Antonio Gali, quien no le encontraba ritmo a su campaña y pese a seguir adelante en realidad se encontraba en margen de empate técnico de acuerdo con el tracking diario de MAS DATA/CAMBIO. Luego comenzó a romperlo y terminó imponiéndose por 11 puntos.
Con estos datos comparativos, queda claro que Blanca Alcalá lo ha hecho significativamente peor que Javier López Zavala, y también que Agüera. Una campaña deficitaria es la prueba de que Jorge Estefan ha sido un pésimo hombre orquesta de la campaña y que Alejandro Armenta va a sumar otra derrota desastrosa a su currículo. En la tercera semana, han retrocedido 1.3 respecto de lo que arrancaron, y la chiquillada crece a costa suya. La peor pesadilla para cualquier war room.
Ahora se entiende el video de Perro-Gali. La desesperación de los 16 puntos de desventaja los acerca al despeñadero, pero a ver quién se tira con ellos.
