La bala de plata que terminó de hundir a Blanca Alcalá en la carrera por la minigubernatura por la revelación de su #CasaBlanca, el inmueble que le regalaron los dueños de la constructora Guraieb, una de las más favorecidas en su trienio. Pero actos de corrupción semejantes pueden derrumbar también a los morenovallistas y nadie está más cerca de ello que el alcalde Leoncio Paisano, atrapado en su red de mentiras y corruptelas.
El periodista Arturo Luna reveló hace semanas los bonos por 11 millones de pesos que se autorizó el alcalde a final del 2015. Por supuesto, se prometió una investigación que nunca se realizó ya que todos los integrantes del Cabildo fueron beneficiarios, incluido Charbel Estefan López, el hijo de Jorge Estefan Chidiac que cobra como regidor de ese municipio.
Con tremendos bonos, a nadie sorprendió cuando Leoncio Paisano comenzó a partir plaza en una lujosísima camioneta Yukon GMC súper equipada con valor superior al millón de pesos. Pero una acuciosa investigación de Luisa Tirzo, corresponsal de CAMBIO en la región, reveló que el cabildo no había autorizado una nueva unidad para el transporte del presidente municipal.
Entonces, ¿cómo había estrenado ese camionetón de súper lujo que ni Obama tiene?
Cuestionado al respecto, el equipo de comunicación del alcalde argumentó que todo se trataba de un préstamo que una agencia GMC le había hecho al alcalde “a ver si se animaba a comprarla”. El supuesto préstamo, claro, duró más de tres meses en las que Paisano rodó feliz de la vida. Pero la investigación periodística continuó porque esa explicación era, sencillamente, hilarante.
El registro vehicular de la camioneta Yukon GMC en el Repuve reveló que aunque fue dada de alta a nombre de GM Financial de México SA de CV, aunque la dirección corresponde al domicilio de dos empresas, Calpuemex Construcciones e Importadora de Maquinarias y Herramientas, propiedad del mismo empresario, Lino León Cruz, muy amigo de Guillermo Paisano, ex alcalde y también hermano de Leoncio.
¿Por qué el edil de San Andrés Cholula usa la camioneta de un empresario constructor? ¿Qué favores, actuales o futuros, le está pagando con un vehículo que cuesta más de un millón de pesos? ¿Y por qué Leoncio Paisano se enreda y se enreda en las explicaciones?
Cuestionado al respecto por el portal e-consulta acerca de la camioneta-moche y de su relación con el empresario Lino León Cruz, el alcalde sanandreseño balbuceó y cantinfleó ante la imposibilidad de ocultar lo evidente:
“¿Conoce usted a Lino León, él acepta ser amigo de Guillermo, su hermano, usted lo conoce? ¿Ha tenido relación con este constructor?”, le preguntó al presidente el portal e-consulta.
—En un momento dado hubo el acercamiento y en este sentido pues sí, tampoco podemos negar algo que también es válido reconocerlo. Sí lo conozco pero nunca hubo el tema de un trato para la adquisición de la unidad, resolvió Paisano Arias.
Cantinfleó nivel Dios. O sea: sí lo conozco, pero no lo conozco, y es válido reconocerlo, pero nunca hubo el tema de un trato para la adquisición de la unidad.
¿Pues no que se lo había prestado la agencia de GMC para “convencerlo” de adquirirla? ¿Qué tamaño de cliente será para tener estos privilegios?
Para nadie es un secreto que bajo las órdenes de Paisano, así como de los morenovallistas que lo protegen y creen que lo mandan, se sitúa la mayor zona de crecimiento inmobiliario de Puebla, justo donde se ubica Lomas de Angelópolis y todos sus desarrollos. Pero se avecina algo más grande: los permisos para los terrenos aledaños a las laterales de la Autopista Puebla-Atlixco, en abandono desde hace semanas por culpa del propio alcalde.
San Andrés Cholula, desde hace años vive el boom inmobiliario del que también se aprovechó Miguel Ángel Huepa para enriquecerse junto con sus asesores. Cuando la Caja de Pandora se destape, el escándalo de corrupción va a salpicar a todos los niveles y hasta empata a la Casa Blanca de Blanca Alcalá.
Mientras, la camioneta GMC Yukón de súper lujo descansa en el domicilio de Guillermo Paisano a la espera de tiempos mejores para disfrutarla.
