El presidente municipal de Santa Rita Tlahuapan, Joel Díaz Ramírez alertó que bandas de chupaductos vierten la gasolina robada en drenajes de la zona cuando se ven descubiertos, hecho que pone en riesgo a la población.
Además, dejó en claro que por algunos sucesos relacionados con robo de hidrocarburo en la región, supone que personal de Petróleos Mexicanos (Pemex), militares y la Policía Estatal están coludidos y que incluso han involucrado a campesinos del municipio.
Tras un mega derrame de gasolina que se registró en la madrugada del domingo, en la localidad de Guadalupito Las Dalias, el edil priista ofreció una conferencia de prensa para exigir al estado y a la Federación una coordinación para evitar una tragedia como la suscitada hace cinco años en San Martín Texmelucan que dejó más de 30 muertos.
“Se especula, se habla de una banda muy, muy fuerte (…) Desafortunadamente, de acuerdo a la información que tenemos es que han ido involucrando a las personas de las comunidades. El tema se agrava porque ya no son únicamente las bandas que operan por fuera, sino que están involucrando a gente de las comunidades. La situación se está agravando”, dijo al denunciar la situación que vive.
Narró que apenas el jueves pasado, en la colonia Domingo Arenas, los habitantes reportaron un fuerte olor a combustible, después, alguien notificó a su Policía que no debía parar a camionetas con bidones que iban a cruzar, porque iban custodiados por elementos estatales.
Sin embargo, detectaron más tarde que chupaductos tiraron el hidrocarburo a los drenajes, ante rumores de un operativo.
“Los de las casas donde se trafica (gasolina robada), tiraron el combustible en los drenajes, a las 4:00 de la mañana, la planta de tratamiento tuvo que cerrar las válvulas porque ya el combustible estaba corriendo en los drenajes. Al día siguiente, por medio de Protección Civil implementamos un operativo, contratamos pipas de agua. Echamos 100 kilos de detergente a los principales drenajes”, dijo.
Dicha acción se dirigió a evitar una explosión ante el terror sembrado en la población, y pese que pidió apoyo del estado y federación, ambas instancias lo minimizaron
“Es una situación muy grave la que está sucediendo en Tlahuapan y desafortunadamente, escapa de nuestras manos. Cuando hemos puesto a disposición del MP las unidades, de pronto nos dice: ‘esto no es procedente por la cantidad de combustible que se está traficando’.
Cinco ordeñas en un mes
El edil informó que en este mes se han registrado cinco “ordeñas” –sólo de los casos que conoce–, mientras que en 2015 detectaron tres. Es decir, el delito casi se ha duplicado.
“El punto es que no hemos obtenido respuesta por parte de las dependencias o han minimizado el asunto. Hemos estado permanentemente llamándole a Seguridad de Pemex y a la Física y se les hace saber sobre las tomas, pero desafortunadamente no ha habido respuesta”, agregó el alcalde.
Y un indicio que hace pensar en la referida complicidad es que tanto personal de la paraestatal como los policías llegan cinco horas después cuando se reporta una toma clandestina, además que cuando los elementos municipales han exigido explicaciones sobre los estatales custodiando bidones, son ignorados.