La detención de Alben López Suárez alias “El Alvin”, representaría la caída del último eslabón de la red de narcomenudeo denominado el “Cártel de Tehuacán”, forjada por sus padres Cirino Omar López Hernández y Araceli Huerta Hernández, alias “El Omar” y “La Tía” respectivamente. El cabecilla fue capturado por segunda ocasión en su carrera delictiva este lunes y a través de un análisis de inteligencia se le identificó como la punta del iceberg en la venta de drogas en bares, restaurantes, moteles, escuelas, tiendas que aqueja al municipio gobernado por la priista Ernestina Fernández.
Además de controlar la red de narcomenudeo, Alben López ostentaba un gran poder en la región para burlar a las instancias de seguridad municipal, permitiéndole habilitar una propiedad como su guarida, la cual contaba con equipos de vigilancia y un fuerte dispositivo de seguridad que la volvían impenetrable, bautizada como “La Fortaleza”.
La primera detención de “El Alvin” data del 11 de diciembre del 2004 en la colonia Aquiles Serdán del municipio de Tehuacán, durante un operativo en el que incluso se le aseguró un automóvil Mercedes Benz, cocaína, mariguana y una propiedad en la que su padre vendía la droga; cuya distribución controlaba junto con otros ocho sujetos en la región.
En su primera aprehensión asentada en la averiguación previa 3602/2004/TH, a “El Alvin” se le fincaron diversos cargos que ameritaron su reclusión en el Cereso de Tehuacán, sin embargo, se desconoce si se encontraba libre tras cumplir con su sentencia o la consiguió de alguna otra forma.
Cae por segunda ocasión con 2.3 mdp y 3 kilos de cocaína
De acuerdo con las autoridades, la detención más reciente de Alben López se dio el pasado lunes por la noche en las calles 5 de Mayo y retorno Zaragoza de la colonia Centro en Tehuacán, donde elementos de la Policía Estatal le marcaron el alto mientras circulaba a bordo de su camioneta Dodge Ram 2016 color gris, con placas de circulación SL- 25298.
Al momento de la revisión, los uniformados se percataron que a la altura de la cintura portaba una pistola calibre 9 milímetros, la cual tenía puesto el cargador y al menos 15 cartuchos útiles, por lo que procedieron a asegurarlo y realizar una minuciosa inspección de la unidad.
Luego de dicho procedimiento se ubicó “un kilogramo de cocaína, tres bolsas de plástico que suman medio kilogramo de cocaína en piedra, una bolsa de plástico con medio kilogramo de piedras de cocaína y una bolsa con 2 millones 318 mil 580 pesos en efectivo, así como otra pistola calibre 32 milímetros con cargador y una subametralladora 9 milímetros con 35 cartuchos”.
Según los elementos que participaron en su detención, cuando se le informó que sería remitido ante las instancias federales, Alben López intentó persuadirlos ofreciéndoles un millón de pesos para dejarlo en libertad, sin embargo, tanto la unidad, los estupefacientes, el armamento y el dinero fueron puestos a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR).
La casa donde vivía se le conocía como “La Fortaleza”
Posterior a su aseguramiento, las autoridades pudieron obtener datos de la red de narcomenudeo que operaba, logrando detectar una propiedad en el municipio de Tehuacán denominada “La Fortaleza”, mote adquirido por las bardas reforzadas y sensores de movimiento perimetral, además de tres accesos para la salida de las motocicletas que distribuían la droga.
El sitio del que se desconoce su ubicación precisa, era usado además como un centro de maquila de algunos estupefacientes según indicaron fuentes extraoficiales, y era la propiedad en la que vivía con su pareja sentimental a quien hace unas semanas amenazó de muerte tras sostener una fuerte discusión.
Heredó la red de sus padres: “El Omar” y “La Tía”
Conforme el trabajo de inteligencia de las autoridades, se sabe que Alben López heredó el control de la plaza a través de sus progenitores, quienes están presos en el Cereso de Tehuacán desde hace más de 10 años por delitos contra la salud.
Fuentes extraoficiales indicaron que sus padres, Cirino Omar López Hernández y Araceli Huerta Hernández, alias “El Omar” y “La Tía” respectivamente, controlaban la distribución de la droga en narcotienditas desde los 80, pero tras los constantes ingresos al Cereso, ambos se rotaban el control hasta que finalmente fue heredada a su hijo, Alben López.
Las autoridades confirmaron que la red encabezada por El Alvin se distinguía por distribuir drogas en bares, restaurantes, moteles, escuelas, tiendas y las vías públicas de colonias como: San Rafael, Nicolás Bravo, Santa María Coapan, Doctor Miguel Romero Sánchez, Villa Las Palmas y en la zona Centro, todas en Tehuacán.