Pese a que las autoridades aseguran que el Sistema Penal Acusatorio funciona al cien por ciento en el estado, su consolidación podría durar hasta seis años, informó Rosalba Zárate Herrera, jueza de Oralidad Penal y Ejecución del Sistema Acusatorio Adversarial de la Región Judicial Oriente.
Durante su intervención en la décima primera conferencia de la Red Nacional de Voceros, la jueza destacó que se han dado casos en otros países como en Chile, donde la consolidación del Sistema Penal Acusatorio tardó casi 10 años; en Puebla -aseguró-, podría llegar en el 2022.
“No nada más es implementar el sistema, es consolidarlo, seguirlo, profesionalizar a todos y cada uno de los que operan en este nuevos sistema de Justicia Penal (…) a Chile le costó 10 años, en el caso de Puebla podemos decir que serán seis años para que se consolide”, detalló.
Respecto de los casos que aún se mantienen bajo el viejo sistema penal, señaló que éstos se irán solucionando lo más rápido posible y de acuerdo con los tiempos que se establecen en ese sistema, no obstante, -dijo- que es un tiempo que puede ser utilizado para la capacitación y especialización del personal que se encargará de desahogarlos.
“Por cuanto hace a ese sistema, se irán terminando poco a poco estos procesos penales y las personas que estaban en ese sistema tradicional también irán pasando al nuevo sistema (…) los operadores tendrán que ir capacitándose no solo en lo ya existente, sino en lo que está por venir”, sostuvo.
Menos prisión pero con mayor vigilancia
Por su parte el director general de Ejecución de Sentencias y Medidas, Luis Alejandro Durán Cerón, sostuvo que uno de los principales cambios en este nuevo sistema es reducir que el número de presuntos responsables de algún delito sean ingresados a las prisiones a fin de que aprendan a seguir un proceso en libertad, no sin dejar de tener la vigilancia necesaria.
“Se pretende usar menos la prisión para las personas que cometen un delito, pero tienen que ser vigiladas bajo un seguimiento estricto del estado, para que puedan ellos llevar una vida en libertad y con beneficios, con menos perjuicios que si estuvieran en prisión, como la contaminación penitenciaria”, detalló.