Decenas de comerciantes ambulantes aterrorizaron el primer cuadro del Centro Histórico al realizar una manifestación armados con palos y tubos en protesta por el desalojo violento de que fueron sujetos horas antes y que dúo como resultado cuatro personas con lesiones de bala.
Tras mantener cerradas las calles aledañas a la 3 Norte y 8 Poniente, donde se originó el conflicto, los supuestos afectados marcharon una marcha a lo largo de toda la calle 5 de Mayo hasta llegar al zócalo, donde granaderos ya cercaban los accesos al pasaje y el Palacio Municipal.
A su paso, los comercios formales decidieron cerrar sus puertas y bajar sus cortinas, no obstante, no se reportaron actos de vandalismo por parte de ninguno de los manifestantes aunque si infundieron temor incluso a los peatones que a toda costa trataron de evitar cruzarse con ellos.
Tras protestar por un par de minutos frente al ayuntamiento, los ambulantes regresaron nuevamente al epicentro del conflicto para retomar sus actividades comerciales, las cuales aseguraron, mantendrán a pesar del intento de desalojo de este día.