Después de pasar siglos sin que nadie interviniera el sitio arqueológico de Cholula, en dos años el gobierno estatal ejecutó cuatro obras en los alrededores de la zona arqueológica las cuales pusieron en riesgo a la Gran Pirámide sobre la cual ya existen dictámenes de Protección Civil que sugieren evitar las multitudes o detonación de pirotecnia por riesgo a que aparezcan más fracturas o grietas.
Se trata de las obras de construcción de un parque temático en la zona que corresponde a San Andrés Cholula, la remodelación y colocación de una plancha de cemento en el Parque Soria (del lado de San Pedro Cholula), la construcción del Museo Regional de Cholula, así como la edificación de la estación del tren turístico, todas realizadas en el segundo trienio del gobierno de Rafael Moreno Valle.
Dichas obras suman en total más de mil 500 millones de pesos y a decir de la propia Auditoria Superior de la Federación (ASF) fueron mal planeadas, muy caras y el gobierno morenovallista las ejecutó sin permisos del INAH e INBA.
Activistas advirtieron los riesgos de las obras
Después de alertar a las autoridades –durante más de dos años– sobre las afectaciones que ahora se están presentando en el monumento histórico, la agrupación ‘Cholula Viva y Digna’ exigió a las autoridades de San Pedro y San Andrés Cholula así como al gobierno estatal ofrecer una disculpa pública y reparar de inmediato las fracturas que han aparecido en los últimos dos meses en las escalinatas que conducen al Santuario de los Remedios.
La sustitución de los sembradíos de milpas y flores por placas de cemento en los alrededores del sitio arqueológico al lado de San Andrés Cholula, duró poco más de dos años y tuvo una inversión superior a los 140 millones de pesos. La remodelación del Parque Soria en San Pedro Cholula, aun dentro de la zona arqueológica, costó 30 millones de pesos y se construyó una explanada.
La edificación del Museo Regional de Cholula se llevó a cabo sobre un inmueble expropiado (ex Hospital Psiquiátrico de Nuestra Señora de Guadalupe) y costó 206 millones de pesos. Mientras que las obras del tren turístico costaron en total mil 113 millones de pesos.
Organizaciones como ‘Cholula Viva y Digna’ han reprochado la inversión millonaria que hizo el ex mandatario en sus dos últimos años de mandato y exigen que se repare el daño que se provocó al monumento histórico. A las peticiones de reparar los daños se han sumado integrantes de PRO-Cholula.
Tras los daños que han venido surgiendo en los últimos dos meses en edificios del sitio arqueológico, activistas han reiterado su postura de que se deben a las vibraciones de maquinaria pesada por las obras mencionadas. Mientras que autoridades de ambos municipios e incluso el administrador de la zona arqueológica, sostienen que son consecuencia de las lluvias, una plaga de roedores e incluso a los árboles.
Desde 2016, activistas encontraron alteraciones en zona arqueológica
El 19 de abril del 2016 a un año de haber iniciado las obras, el arqueólogo de la Universidad de Calgary; Greoffrey McCarfferty hizo un recorrido con el especialista del Centro INAH de Puebla; Sergio Suarez, así como los antropólogos Julio Glockner y Ana María Ashwell, los activistas Adán y Paul Xicale, e integrantes del Movimiento ‘Cholula Viva y Digna’.
Tras recorrer las obras que impuso el gobierno morenovallista sin permiso del INAH, encontraron que se había cavado un hoyo de más de cinco metros de profundidad debajo de la base piramidal de la Gran Pirámide.
En esa ocasión los especialistas lamentaron la modernización de la zona con la cual –mencionaron- se alteraba el patrimonio. Reprocharon que la inversión millonaria que hacía el estado debía haber sido aplicada en el rescate e investigación de la zona arqueológica más importante de Latinoamérica, con más de tres mil años de antigüedad.
Los daños se intensificaron en agosto
El pasado 21 de agosto CAMBIO Regionales informó sobre los daños aparecidos en dos bardas y dos escalinatas de la Gran Pirámide –sobre la cual– se encuentra el Santuario de los Remedios. Se trata del acceso principal al atrio del santuario y de la zona aledaña al Pozo de los Deseos.
En la zona que da al atrio se cerraron dos de tres accesos al templo y en lo que corresponde a la zona afectada en el área que colinda con el Pozo de los Deseos, sólo se colocó cinta roja para advertir de los daños a los corredores y visitantes.
Dagoberto San Román García titular de Protección Civil de San Andrés, explicó que el dictamen que elaboró su dependencia ya fue entregado al INAH, así como a los mayordomos y encargados de las festividades religiosas del santuario. Dicho documento –señala– sugiere evitar multitudes en el cerro y la quema de pirotecnia.
Agregó que por usos y costumbres, en cada fiesta patronal los visitantes y los fieles suben al santuario y queman pirotecnia, sin embargo, en esta ocasión propuso tomar en cuenta las sugerencias que hace su dependencia pues se trata de la Gran Pirámide que es un monumento muy antiguo que se ha visto afectado por varias causas, e incluso roedores.