“Si algo me llega a pasar no quiero que me lleven a mi pueblo, me quiero quedar en esta comunidad”, fue lo último que Zury Núñez Reséndiz le comentó a uno de sus vecinos en la comunidad de Guadalupe Zaragoza en Santa Rita Tlahuapan, antes de ser brutalmente asesinada y abandonada en una casa en obra negra entre la calle 5 de febrero y Noche Buena, apenas a unas calles del cuarto que rentaba. Fue víctima del feminicidio número 70 en Puebla.

La joven de 29 años de edad, era originaria de Zacatipan Tamazunchale, San Luis Potosí. Vivía sola y no tenía familiares en esta entidad. Días antes del trágico nueve de septiembre, confesó a uno de sus vecinos que presentía que iba a morir, incluso le entregó documentación importante para que la guardara.

La comunidad de Guadalupe Zaragoza en el municipio de Santa Rita Tlahuapan, la adoptó como una más de sus hijas, tras cinco años de haber llegado a rentar un cuarto en la zona. Sobre su vida privada hablaba poco, pero rápidamente se solidarizaba con cualquier causa.

Zury es recordada por su franqueza y ‘picardías’, fue sepultada por sus vecinos –una semana después de su hallazgo– quienes realizaron una colecta, tras reclamar su cuerpo en el anfiteatro. Con lo que juntaron, compraron un ataúd y contrataron unos mariachis, para que le dieran el último adiós a su querida amiga, a quien le gustaba la música. 

Los pobladores de Guadalupe Zaragoza, exigen a las autoridades que su muerte no quede impune, y que a pesar de que se trata de una mujer que no era originaria del municipio, agilicen las investigaciones para dar con su agresor.

El cuerpo de Zury Núñez Reséndiz fue encontrado la tarde del sábado nueve de septiembre al interior de una casa en obra negra, y junto a sus restos había un hoyo que su agresor cavó, presuntamente con la intención de enterrarla. El cadáver presentaba cortes con arma blanca en el cuello, y tenía signos de tortura. La mujer fue sumada a la lista de feminicidios con el número 70.