Entre aplausos, lágrimas, rezos, reproches a la autoridad y repudio a los autores del feminicidio #73, fue sepultada la tarde de este miércoles Nazaria Iraís Simón Aguilar una maestra de San Jerónimo Tecuanipan asesinada el domingo pasado tras prestar un servicio de taxi en su unidad, un Nissan March color azul.
El repudio a la ola de violencia en contra de las mujeres se hizo presente en todo momento durante el sepelio. En la misa que se realizó en la explanada municipal, el padre pidió a los hombres respetar a las mujeres.
“Todos venimos de una mujer, a una mujer le debemos la vida. Lo que le hicieron a Nazaria no tiene nombre, era una buena mujer, muy trabajadora y luchaba por sacar adelante a su hijo que hoy se ha quedado solo”, destacó.
Cientos de personas caminaron cuatro calles con ceras encendidas y flores blancas alrededor del ataúd café de la maestra del bachillerato ‘Josefa Ortiz de Domínguez’. Por ratos cantaba el mariachi y la banda de viento.
Mujeres de Tecuanipan exigen justicia y seguridad
En el panteón sus compañeros de trabajo hicieron el último pase de lista que terminó con aplausos y una porra. El alcalde y tío de la difunta, Porfirio Aguilar informó a sus paisanos que ya había pedido el apoyo del gobernador Antonio Gali para acelerar las investigaciones y dar con los responsables.
Un representante del gobierno estatal secundó al edil y recriminó el feminicidio. “No es posible que en medio del dolor que dejaron los daños del sismo, alguien haya cometido esta bestialidad”, dijo.
Después del mensaje de las autoridades, las conocidas y amigas de Iraís exigieron el esclarecimiento del crimen y seguridad para el sexo femenino. Los reclamos no paraban y tuvo que intervenir una señora que rezaba el rosario, para que permitieran terminar el acto fúnebre.
La muerte de Nazaria dejó devastada a su comunidad y sobre todo a su familia. Sus padres, hermanas e hijo Jesús, tenían la mirada perdida como si estuvieran soñando. Observaban a sus familiares colocar una decena de coronas de flores y ramos sobre la tumba que se encuentra en medio de dos sepulturas donde están los restos de dos de sus hermanos que murieron cuando aún eran bebés.
Familiares comentaron que la joven madre de 34 años de edad estuvo muy inquieta el día de su desaparición, como si presintiera que algo malo le pasaría. Lamentan que unas ‘bestias’ le hayan arrebatado la oportunidad de seguir luchando por su pequeño hijo de 10 años –el cual era su adoración– y que anhelaba tener desde su juventud.
“Que los perdone Dios, porque nosotros no”, le dijo una de las asistentes a la madre de la víctima.
Nazaria fue reportada como desaparecida la noche del pasado domingo y 13 horas después la encontraron sin vida cerca de una barranca en su comunidad. Su cuerpo estaba en su taxi Nissan tipo March y presentaba evidencias de haber sido atacada sexual y físicamente.