Medio centenar de inconformes irrumpió en el tercer informe del alcalde, Miguel Hernández Ramírez, a quien reprocharon por “traidor”, al no emitir un pronunciamiento en contra de la reforma al artículo 12 constitucional, que le entrega al Estado el manejo del agua, y deja abierta la posibilidad de privatizarla.
En la recta final del informe del alcalde panista, los inconformes sacaron pancartas en dónde reprochaban su aprobación a la reforma constitucional. En cuanto acabó la lectura de los escasos logros del tercer año, los quejosos se aproximaron al edil.
Mientras era felicitado por el diputado Sergio Moreno Valle y Martha Erika Alonso, los inconformes lo jalonearon y lo cuestionaron.
El alcalde se negó a responder los cuestionamientos sobre la postura del cabildo en cuanto a la reforma al artículo 12 constitucional. La policía municipal de inmediato lo resguardó, y ahuyentó a los quejosos.