El gobierno de Hermelinda Macoto autorizó la construcción de un nuevo desarrollo habitacional en Coronango, a escasos 50 metros de la zona en donde en julio pasado hubo una megaderrame de combustible, generado por una toma clandestina. En esta zona cruzan los ductos de Pemex lo que representa un riesgo latente para los habitantes.
A través de un recorrido realizado por CAMBIO se constató que un predio de aproximadamente 30 metros de largo y la Autopista Puebla-Tlaxcala son los que separan este nuevo complejo habitacional de la zona del desastre ecológico.
Aunque los rastros superficiales de la enorme laguna de combustóleo que se formó la madrugada del 18 de julio pasado ya son imperceptibles tras siete meses de limpieza, en la zona, los vecinos continúan siguen reclamando que en las horas más calurosas del día se percibe el hedor a petróleo.
Estos riesgos fueron ignorados tanto por la alcaldesa Hermelinda Macoto como por la empresa que con un bajo perfil construye los condominios de dos niveles, sin tener permisos a la vista o mayor información sobre el desarrollo inmobiliario, del que sus empleados se negaron a dar mayor información mientras no se los autoricen sus patrones.
Zona de riesgo por ductos y filtración en acuíferos
Un mes después del derrame de combustible, CAMBIO documentó el desastre ecológico que provocó la falta de interés por parte de Pemex por sanear la zona donde el combustible formó una enorme laguna de combustóleo.
El hidrocarburo no sólo generó alergias en los vecinos y provocó que parcelas completas de maíz se perdieran, sino que además se filtró hasta los mantos acuíferos que proveen a la zona de agua potable.
Albercas, techos, pozos y cisternas de casas cercanas también resultaron afectadas y pese a la insistencia de los afectados, apenas unas pocas familias fueron indemnizadas por la paraestatal.