El delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Alberto Jiménez Merino reconoció que el fraccionamiento El Delirio no tenía permisos para construir encima del Arroyo Almoloya, pero responsabilizó a los ayuntamientos de San Andrés Cholula y Santa Clara Ocoyucan por otorgar las licencias de uso de suelo para la edificación del clúster en la zona.

En una breve entrevista sobre el tema, el funcionario federal aseguró que llegarán hasta las últimas consecuencias para atender la situación. Afirmó que en el proceso se revisarán los permisos de uso de suelo que otorgaron tales municipios con la finalidad de tener más información y actuar conforme a la ley.

“Hasta donde la ley obliga, hasta donde la ley nos marca porque hay que revisar también los cambios de uso de suelo y habrá que ver otro tipo de procedimientos, pero en lo que corresponde a Conagua es la información preliminar que podríamos compartir”, dijo.

Asimismo, las bardas construidas para delimitar el fraccionamiento que edifica la constructora Cranon Inmobiliaria encabezada por el delegado de Diconsa en Puebla, Héctor Elías Sulaimán Safi y su hermano Juan Manuel no cuentan con los permisos correspondientes, sin embargo, Alberto Jiménez evitó mencionar la extensión señalando que acaba de arribar a la dependencia.

Al respecto, exigió a los desarrolladores que lo más pronto posible la constructora abandone la zona federal y deje libres los asentamientos irregulares, agregó que todas las instancias que intervinieron en el desarrollo del proyecto tendrán que asumir su responsabilidad.

Cabe destacar que a inicios de año, los colonos de la zona acusaron que la constructora contó con el apoyo del Ayuntamiento de San Andrés Cholula y Conagua para que El Delirio aumentara la plusvalía de sus 4.2 hectáreas. Esto a pesar que en dos ocasiones ha sido clausurado el desarrollo inmobiliario, el primero el pasado 26 de octubre por la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (Sdrsot) debido a que carecía de estudio de impacto ambiental.

La segunda estuvo a cargo de la Conagua, porque la inmobiliaria rellenó sin autorización una parte del Arroyo Almoloya que es una ramificación del Río Atoyac.