Los dueños de viviendas de Lomas de Angelópolis II alertan del peligro en el que se encuentra su patrimonio y sus vidas por la obra irregular que encabezó Cranon Inmobiliaria y El Delirio, dado que la temporada de lluvias continúa. Los afectados narraron el pánico que vivieron con la inundación sin precedentes que se registró el pasado viernes y que se tradujo en cuantiosas pérdidas tras el recuento de los daños.

A cinco días del desbordamiento del Arroyo Almoloya, mismo que provocó anegaciones en 50 casas del residencial Lomas de Angelópolis II, los habitantes compartieron a Diario CAMBIO que continúan realizando tareas de limpieza y la contabilización de sus pérdidas. Mientras que supervisores de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), sólo han acudido en una ocasión a revisar la zona afectada.

Dicho

desbordamiento fue provocado por las obras de relleno y entubamiento del cauce de agua, que realizó entre noviembre y enero de este año la inmobiliaria Cranon, en su afán de adherir de manera ilegal su fraccionamiento El Delirio a Lomas de Angelópolis.

Dichas obras ‘ahorcaron’ el cauce de agua, lo que provocó el desbordamiento, y con la fuerza del agua se derrumbaron dos bardas, lo que permitió que el agua ingresara a los hogares, rebasando los dos metros y medio de altura.

En un recorrido realizado por este medio la tarde del martes, los afectados recordaron que ya iniciaron un procedimiento legal por los daños en sus viviendas en contra de Cranon Inmobiliaria y la Conagua, esta última por dar permisos a la constructora para rellenar 70 metros del Arroyo Almoloya.

En la casa marcada con el número 63 del clúster Parque Nilo, considerada como la más afectada, los colchones, sillones, cobertores, ropa, peluches, zapatos, y documentos, se encuentran secándose al sol a las afueras de la residencia y en la sala.

Los afectados ignoran el monto de los daños

Un empleado comentó que el agua se metió en cuatro habitaciones, las dos de los hijos, la del matrimonio y la sala de cine. Reveló que el agua hizo estragos con los electrodomésticos, reventó los vidrios de un cancel, dañó muebles de madera, y dos niños estuvieron a punto de ahogarse.

Los pequeños relataron que fueron rescatados por su padre quien fue alertado por personal de vigilancia. “Se tuvieron que hacer boquetes a las puertas de madera, para que pudiéramos salir. Yo lloré tres veces, y me salvé porque me quedé dormida en la cama de la parte de arriba de mi litera”, relató la pequeña de aproximadamente siete años de edad.

En esta residencia, las cuatro recámaras dañadas están deshabitadas. Decenas de cajones de madera y algunos muebles fueron desechados a la basura el pasado sábado.

El riesgo no ha pasado por obras de El Delirio

Gerardo Fernández, propietario de una de las casas afectadas en Parque Nilo, advirtió que el riesgo no ha pasado, y temen que las inundaciones se repitan en la próxima tormenta.

“Llevo viviendo tres años acá, y 15 años vendiendo en casas en esta zona, y jamás se había suscitado una situación similar. Todo es causado por las obras de El Delirio, quienes obstruyeron el cauce natural, y con las primeras lluvias se inundó”, expresó.

Ventiló que el pasado fin de semana, supervisores de la Conagua acudieron a la zona afectada, en donde se enfrentaron con los reclamos de los habitantes, a quienes no pudieron darles respuestas.

Ayuntamiento de San Andrés exhibe irregularidades

La titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, María del Carmen Lara Fontanet, ventiló que su dependencia clausuró las obras de El Delirio en febrero pasado, y condicionó la entrega de licencias de construcción a Cranon Inmobiliaria, hasta que presentara los dictámenes técnicos de riesgo emitidos por Protección Civil y la Conagua, sin embargo, a la fecha no ha presentado nada.

Ventiló que es competencia del municipio todo lo referente a los permisos de construcción en el desarrollo inmobiliario, y lo del cauce de agua le corresponde a Conagua.

El alcalde Leoncio Paisano Arias, también responsabilizó a la Conagua de haber liberado permisos a Cranon Inmobiliaria para rellenar parte del Arroyo Almoloya, lo que provocó afectaciones en las viviendas de Lomas de Angelópolis.