A tres años del ‘Dieselgate’, Volkswagen va recuperando lentamente la confianza de los consumidores en Estados Unidos ya que durante el mes de enero repuntó en un 0.8 por ciento al vender 41 mil 700 vehículos en comparación con el mismo periodo del año pasado, cifra que podría aumentar con la llegada del nuevo modelo del Jetta.

Esto significa que durante el primer mes del año en curso la empresa alemana vendió tres mil 336 automóviles más que en enero de 2017, toda vez que dicho periodo comercializó 41 mil 367 vehículos.

La empresa automotriz informó que sus entregas en el país norteamericano incrementaron en 5.2 por ciento al registrar 24 mil 700 unidades entregadas, en gran parte por la inclusión de su línea de vehículos SUV en donde se encuentra el modelo Tiguan, el cual es fabricado en Puebla, además del Atlas y la Tiguan Limited.

Asimismo, Volkswagen señaló que sus ventas a nivel mundial crecieron en un 7.1 por ciento, comparando enero del 2018 con el de 2017, ya que se vendieron 533 mil 500, estableciendo un nuevo récord para dicho periodo.

En cuanto a México la industria se colocó como la segunda mejor vendida en todo el país sólo detrás de Nissan, al comercializar 13 mil 821 unidades, aunque la cantidad es menor a la registrada en el mismo periodo del año pasado cuando vendió 19 mil 512.

Jetta, la esperanza de VW para recuperar EE UU

Cabe mencionar que durante la Expo Show que se desarrolló el mes pasado en Detriot. Volkswagen presentó el Jetta 2018 con características más deportivas, con el objetivo de incrementar sus ventas en Estados Unidos, del cual se comenzó su fabricación en Puebla teniendo una producción inicial de mil 257 unidades.

Tras la presentación del transporte, Herbert Diess, presidente de Volkswagen señaló que la producción de este automóvil tendrá como principal mercado a Estados Unidos, pues desde su primera línea se han vendido un total de 3.2 millones de coches, por lo que confió en el Jetta 2018 les ayude a recuperar el mercado que perdieron a consecuencia del Dieselgate.

En 2015 el gobierno de Estados Unidos inició investigaciones en contra de la empresa alemana por la instalación de un software que manipulada la emisión de contaminantes de los vehículos que fabricada, el cual se detectó en 482 mil unidades, lo que ocasionó que la transnacional pagara 14 mil 700 millones de dólares a los afectados, además de financiar programas a favor del cuidado del ambiente.