El proyecto inmobiliario Cola de Lagarto pretende extender su territorio al comprar a precios muy económicos terrenos de cultivo, mismos que se encuentran en la zona de Atlixco, en las comunidades de la zona ecológica del Tentzo.
Las máquinas ya delimitaron los terrenos y empiezan a resguardar la vida animal de las casi 133 hectáreas donde se construirá el proyecto inmobiliario, sin embargo, esta extensión resulta insuficiente ya que según pobladores de regiones aledañas, mediadores de la constructora se han acercado para intentar comprar sus predios.
Como su nombre lo indica, Cola de Lagarto es un proyecto inmobiliario inmenso que busca extenderse al Pueblo Mágico de Atlixco, por lo que el presidente municipal José Luis Galeazzi Berra ha declarado en diversas entrevistas que al Ayuntamiento no le corresponde otorgar los permisos, si no a la Semarnat; los usos del suelo y los permisos de construcción le corresponden a la Comuna, mismos que ya fueron entregados.
Este proyecto contempla la construcción de un campo de golf con 18 hoyos, una casa club con dos pequeños lagos y un conjunto habitacional de 222 unidades unifamiliares con superficie de 950 a tres mil metros cuadrados.
Para comprender mejor la magnitud de Cola de Lagarto, sólo basta ‘echarle un ojo’ a su página de internet, que incluso acepta que las casas y el complejo se encuentran en la zona protegida del Tentzo (https://www.coladelagarto.com). Ahí se exponen las majestuosas construcciones, el campo de golf, caballerizas y las divisiones según la elegancia con la que se prefiera vivir, carbón, ceniza, cal y agua, evidenciando la gran diferencia entre la forma de vida de las personas que llegarán a habitar este sitio y los campesinos de las comunidades como Xonacayucan y la más pequeña de Atlixco, ‘El Recreo’.
La página señala: “La propuesta de diseño que se plasmará en los proyectos en Cola de Lagarto buscará ser lo menos protagónica posible, respetando el entorno natural en el cual se posará y elogiando las increíbles vistas del sitio, a partir de una selección acertada de materiales locales y una resolución de interiorismo creativa y homogénea”, sin embargo, la comparativa de la fotografía del proyecto con la realidad muestra que el tramo que han tomado para construir es mayor al que se observa en la imagen de la página de internet.
El beneficio de proyectos como éste es para quienes pueden pagarlo, así como para los que obtuvieron las dádivas para permitirlos, señalaron campesinos que, molestos, han relatado que los están buscando para comprar a muy bajos costos sus terrenos, lo cual difícilmente conseguirán ya que es su único patrimonio.
Yessica Ayala / Atlixco