La cesión de la Casa de la Cultura, que desde 1980 opera como tal en Huauchinango, a la iglesia Católica por el presidente municipal morenista Gustavo Vargas Cabrera sería un acto fuera de la legalidad, como lo demuestran documentos en poder del ex alcalde Gabriel Alvarado Lorenzo.
Por una parte, el alcalde Vargas Cabrera es señalado de ser complaciente con el párroco Corona por cederle el control del edificio; por otra, se pone en evidencia una serie de irregularidades en torno al tema cultural de Huauchinango.
Para el ex presidente municipal Gabriel Alvarado Lorenzo es claro que “tenemos que defender que la Casa de Cultura es del pueblo y no debe de ser tomada por un solo grupo, en este caso, la Iglesia Católica, ya que estamos hablando de una defensa al derecho constitucional”.
Alvarado Lorenzo mostró documentación donde exhibe actas notariales y del acervo documental histórico de Huauchinango que habla de la construcción del inmueble ahora en disputa que data del año 1766 cuando fue iniciada la construcción de la Iglesia y el Convento de San Agustín, estas instalaciones fueron utilizadas por los frailes como huertos y casa de asistencia a los indígenas de esta ciudad.
Casi 150 años después, el Ayuntamiento tomó el control de la construcción, para disponer de las instalaciones de la biblioteca y Casa de Cultura.
Este edificio ha sido utilizado como salón de clases por la Preparatoria ‘Benito Juárez’, la Universidad de la Sierra y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, entre otras.
En la referencia documental en poder del ex alcalde quien asegura también tiene la actual Comuna, certifica que en el acervo documental “en la ciudad de Huauchinango el 17 mayo de 1907 Nestor N Domínguez, encargado del registro público compareció Carlos Betancourt Molina y con las facultades que le confiere el estado procedió para su registro un contrato de usufructo de la escuela Benito Juárez”.
Posteriormente añade el documento “con fecha 29 de diciembre de 1856 y su reglamento se adjudica desde ahora y para siempre la propiedad del edificio que ocupa la escuela Benito Juárez, teniendo como lindero la casa cural (curato)”.
Lo anterior representa “la prueba de que lo que está haciendo el presidente Gustavo es un convenio casi personal con el párroco, si quiere hacerlo está en su derecho pero yo le llamo a que lo haga de forma legal y por las vías correspondientes”.
Diario CAMBIO indagó en torno al contexto legal y efectivamente, se encontró que dentro del reglamento de Imagen Urbana, la Casa de Cultura está considerada dentro del patrimonio tangible del municipio y compete a la presidencia su manejo, incluso de la fachada”.
Pero también se encontró una situación que algunos miembros de la Iglesia católica afines al padre Gustavo Corona sólo han parafraseado en el sentido que “el Ayuntamiento ya ha tenido dinero para construir la Casa de Cultura, pero se lo han gastado en otras cosas”.
En esta investigación periodística se pudo confirmar que en el Presupuesto de Egresos de la Federación, el municipio de Huauchinango, periodo 2014- 2018, recibió junto con otros ocho municipios poblanos más de 64 millones y medio de pesos, para utilizarlo en el tema de construcción de casas de cultura y foros culturales”, por lo que también el panorama se pone crítico para el ex alcalde en el aspecto de no haber aplicado el recurso de manera correcta.
La opinión pública está dividida en Huauchinango de nuevo, igual que el pasado mes de junio cuando la situación era totalmente opuesta y se había celebrado la recuperación del inmueble, total, algunos de los ciudadanos incluso opinan que “entre el actual alcalde y el párroco bien podrían protagonizar una versión serrana de la película La Ley de Herodes, por el tema de hacer con la ley lo que les venga en gana”.
Salomón García / Huauchinango
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