Hoy se cumplen cuatro años del famoso #NoEraPenal. Ese episodio que protagonizó Arjen Robben durante el juego del Tri ante Holanda por los Octavos de Final de Brasil 2014. 

Sin lugar a dudas, todos no quedamos con un sabor amargo tras la eliminación, máxime porque esa polémica falta provocó que México hiciera las maletas y regresara a casa prematuramente. Incluso, a 1461 días de la derrota, todavía existen candentes debates sobre sí era penalti o no.

Ese partido, jugado el 29 de junio en el Estádio Castelão, terminó con 2-1 favorable a los europeos, y el Tri, como es costumbre, dejó la sensación de “haber jugado como nunca y haber perdido como siempre”.
Pero, ahora que se juega el Mundial Rusia 2018 con el VAR (asistencia por video), surge la duda de si Pedro Proença, quien pitó la dudosa pena máxima, hubiera cambiado su decisión de haber existido el mecanismo, el cual, por cierto, se ha utilizado 335 veces en lo que va de la justa.

La jugada en cuestión es muy apretada, pues Robben, quien resultó mejor clavadista que Joaquín Capilla, superó a Rafael Márquez con un formidable regate; en consecuencia, el michoacano estiró la pierna y, según consta en las imágenes, el tulipán buscó la extremidad del enemigo para impactarse y vender, demasiado bien, el contacto. Seguramente los jueces, con la pantalla enfrente, también tendrían muchas dudas sobre cuál es la marcación justa.

Pasarán los días, meses y años, y seguirán presentes las discusiones sobre la jugada. Bendito futbol. Pero acá lo interesante es que México, que chocará contra Brasil el lunes próximo por un boleto a Cuartos de Final de Rusia 2018, sea capaz de exorcizar sus fantasmas y de una vez por todas lograr trascender en el terreno futbolístico así se tenga enfrente a un rival superior o a un experto en lances desde la tercera cuerda.