La agencia de noticias AP realizó una investigación donde encontaron casos de monjas que sufrieron abuso sexual en Europa, África, América del Sur y Asia.

Tras el movimiento #MeToo, las monjas dieron la cara por el creciente reconocimiento de que los adultos pueden ser víctimas de abuso sexual cuando hay un desequilibrio de poder en la relación.

Las monjas acusaron a su vez, que sus superiores no hicieron nada para detenerlo.

Este tema tomó importancia en el marco de los escándalos de abuso sexual de menores y más recientemente de adultos, involucrando inclusive a los cardenales como Theodore McCarrick de Estados Unidos.