La estudiante de la BUAP Victoria Cruz Romano, karateca poblana que obtuvo la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, reveló que ve difícil estar en Tokio 2020, pues su disciplina no existe por equipos. Sin embargo, mencionó que los 660 mil pesos anuales que le dará el Gobierno federal servirán para pagar las deudas que adquirió por la competencia en Perú.

En entrevista con CAMBIO, Cruz Romano, estudiante de química de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, dejó en claro que los apoyos económicos sólo son de utilidad para recolocar el dinero en otra parte.

“(Suspira) Siempre se va un colchón, por así decirlo. Es un ahorro para pagar algunas deudas, préstamos que teníamos, ya que el salir a cada competencia significa treinta y tantos, casi 40 mil pesos, entonces pues se reciben los apoyos y yo voy tapando los otros apoyos que me han dado. Solamente es recibir y redirigir el dinero a la siguiente competencia”.

La joven de 20 años de edad reveló que organismos como la Conade (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte) sí la apoyó en su travesía hacia Lima 2019 y reconoció que “siempre va a hacer falta más apoyo porque son muchos deportes y somos muchas personas” y reveló que el camino hacia Tokio 2020 es un proceso muy complicado, toda vez que su especialidad (kata por equipos) no existe en los Juegos Olímpicos.

“Es un proceso muy difícil, para empezar porque para mi deporte (como fue exhibición en el Mundial de Tokio 2015), los lugares son muy pocos, realmente, y en la categoría individual ya se tienen casi definidos los lugares y en los Olímpicos no hay la prueba por equipos que ahorita ganamos en Panamericanos. Es un camino difícil, pero esperemos lo mejor”.

En dado caso de poder conseguir un boleto “habría que hacer muchos torneos de calificación, (ya que) se van a tomar a los 10 mejores del ranking mundial y el primer evento inmediato que ahorita tenemos en dos semanas y media en Ecuador es el Panamericano juvenil y de ahí se definirán los siguientes”.

Victoria se dio tiempo de recordar que sus inicios en el karate no fueron nada fáciles y también mencionó que para poder compaginar sus estudios con el deporte de alto rendimiento ha sacrificado muchas cosas personales e incluso dudó de ser capaz de obtener algún campeonato, sin embargo, todo ha valido la pena gracias a los logros obtenidos.

“Mis papás practicaban karate, entonces es un deporte ligado a mi familia. (Sin embargo), el principal obstáculo que tuve de niña fue que no tenía tanto talento, no tenía agilidad ni corría mucho, me cansaba muy rápido, entonces tuve que acondicionar mi cuerpo para el deporte y obteniendo eso ya fue más fácil compaginarlo con la escuela (…). Han sido sacrificar horas de no ver a tus amigos, familia, fines de semana encerrada intentando adelantar materias o ponerme al corriente para que al salir de viaje no afecte tanto y horas de sueño perdidas, pero al final todo vale la pena gracias al trabajo duro, horas de dedicación y apoyo de mi familia”.