Viernes, 19 de Abril del 2024

Sujeto narra los horrores del entrenamiento para ser sicario del CJNG (VIDEO)

Jueves, 22 Agosto 2019 12:42
Sujeto narra los horrores del entrenamiento para ser sicario del CJNG (VIDEO)

Momentos después, tras llegar al destino, otro hombre les aclaró la realidad, el trabajo no era para guardia, si no para ser sicario del CJNG.

Staff / Diario CAMBIO

@Diario_Cambio



Un hombre describió los horrores que son el adiestramiento que hacen para ser miembro del Cártel Jalisco Nueva generación (CJNG).


En una entrevista para la cadena Telemundo, un hombre identificado sólo como Francisco -para proteger su identidad- señaló que se practica hasta canibalismo.


La persona detalló que él antes trabajaba en una empresa de galletas y que tenía un hijo.


Detalló que todo comenzó por casualidad en abril del año 2018.


Francisco relató que se encontraba en un bar cuando un hombre -que dijo haberse quedado sin dinero- se le acercó y le pidió de favor un aventón.


Él accedió, lo llevó hasta un cajero. Al llegar, el sujeto le pidió su número telefónico: “Te voy a marcar, me caíste bien”, le dijo.


Tiempo después supo que ese desconocido era el hijo de Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, líder de la organización criminal.


Al tiempo le marcó, le ofreció un empleo. Le dijo que sería para guardia de seguridad en Villahermosa, Tabasco.


Le comentaron que el sueldo sería de 3 mil 500 pesos por semana más viáticos y gastos. Todo pagado, incluso las cuatro semanas de entrenamiento.


Francisco aceptó la oferta. Sólo le pidieron el acta de nacimiento y un número de cuenta para recibir el salario.


Lo citaron en una estación de autobuses. Detalló que había varios jóvenes que iban a donde mismo.


Informó que un hombre les dijo: “Para quien se suba al autobús, ya no hay vuelta atrás”, todos decidieron ir, pues querían trabajar.


Momentos después, tras llegar al destino, otro hombre les aclaró la realidad, el trabajo no era para guardia, si no para ser sicario del CJNG.


El sujeto les señaló que se podía ir quienes quisieran, al momento de que cortó cartucho.


“Ahí entendí que estábamos metidos en un gran problema. “Pensé mucho en mi hijo”, declaró, por lo que decidió quedarse.


Según su información, el lugar donde los adiestraban estaba ubicado en la comunidad de nombre Talpa de Allende, un municipio de poco más de 15 mil habitantes en el estado de Jalisco.


Cuando entraron a la casa donde los iban a entrenar los desnudaron, los mojaron y los electrocutaron para evitar que dentro de su piel trajeran algún GPS, ya que de esta manera dejaría de funcionar.


El toque fue tan fuerte que prácticamente me oriné”, explica Francisco.


El instructor les enseñó sobre el manejo de diversas armas, incluso sobre lanzacohetes similares al que el cártel utilizó para derribar un helicóptero del Ejército mexicano en Jalisco, en mayo de 2015.


El instructor les enseñó sobre el manejo de diversas armas, incluso sobre lanzacohetes similares al que el cártel utilizó para derribar un helicóptero del Ejército mexicano en Jalisco, en mayo de 2015.


HABÍA REGLAS EN EL MANEJO DE ARMAMENTO QUE DEBÍAN CUMPLIR.


-Regla número uno: El dedo siempre debía estar fuera del gatillo. De lo contrario, frente a un jefe de plaza o alto mando del grupo, serían considerados una amenaza y podrían matarlos.


-Regla número dos: Revisar siempre el seguro.


-Regla número tres: Saber entregar un arma. Siempre se entregan ofreciendo la culata, no el cañón.


Cualquier error durante el entrenamiento podría ser fatal, como el de un compañero.


Francisco dijo que uno de los muchachos no fue capaz de armar la pistola al ponerse nervioso.


“En un abrir y cerrar de ojos, ¡PA, PA, PA!, lo mató. Nos dijo que no servía porque en una acción real le agarraría el pánico y nos pondría a todos en peligro”, asegura.


Después el entrenador les aclaró que sin cuerpo no hay delito, por lo que les pidió a cada uno cortar una parte del cuerpo.


A uno le pidió que le cortara la mano, a otro otra parte. Al más tímido del grupo le reservaron la tarea más difícil: Cortarle la cabeza y machacarla con una piedra.


Cuando el cuerpo estuvo desmembrado los obligaron a comer un pedazo de carne a cada uno. Uno lo vomitó y lo hicieron comérselo de nuevo con tierra.


Agregó que así estuvieron tres meses, pero lo que vino después fue peor para su vida.



Fuente: Telemundo / El Imparcial

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