El rectorcito Alfonso Esparza anda muy nervioso, pues las puertas de Casa Aguayo nada más no se abren para él. Ya le entró la desesperación porque si antes fue altanero con el gobernador Barbosa, ahora le urge su firma para poder seguir llenando sus bolsillos de dinero. 

 

El representante de la BUAP, cargado de culpas inconfesables, sigue sin tener interlocución. Una interlocución que le urge para que le firmen un convenio que le garantiza más dinero federal, pero también del gobierno de Puebla. Se ve difícil que se lo firmen.

 

De nada sirvió que Beatriz Gutiérrez Müller fuera utilizada como escudo el día de su Segundo Informe de forma infamante, usando la fotografía en la que la compañera del Presidente le alza la mano.

 

Tampoco sirvió de nada que, otra vez, el Consejo Universitario lo exonerara por el caso Lobos BUAP, pues el escándalo de desvíos por 466 millones de pesos a una asociación civil que presidía su hija Luza ya pertenece a otra instancia, la Fiscalía General del Estado a través de la Fiscalía Anticorrupción. Ahí se desarrollan las investigaciones.

 

La relación entre Alfonso Esparza y el gobernador Barbosa sigue en punto muerto. Ni para atrás ni para adelante.

 

Pero al rectorcito, ahora sí, le entró la urgencia por sentarse a hablar con el gobernador. No le interesa tratar temas de interés para la comunidad universitaria sino litigar con privilegios la investigación que trae encima. Y que le firmen un convenio para que la Federación le pueda dar más dinero que maneje con opacidad.

 

Sin interlocución porque nadie en el gobierno estatal le toma las llamadas, no se le ocurrió otra cosa que forzarla mediáticamente.

 

Por ello, ordenó a su medio orgánico —La Jornada de Oriente— publicar una entrevista en la que el único objetivo es presionar el encuentro con el gobernador Barbosa así como la interlocución con el secretario de Educación, Melitón Lozano, para que le firmen el convenio.

 

La sola cabeza de la entrevista expresa la desesperación del rectorcito. Una cabeza pésima, por cierto, que más parece resumen: SEP FEDERAL AUTORIZÓ RECURSOS PARA EL INCREMENTO SALARIAL 2019 Y UAP CUBRIRÁ DIFERENCIAS EN PROGRAMA DE ESTÍMULOS; SOLO FALTA FIRMA DEL GOBIERNO ESTATAL.

 

Ya en la entrevista, el amanuense Martín Hernández Alcántara se encarga de recordarle al lector, una y otra vez hasta la náusea, que sólo hace falta la firma del gobierno estatal para hacer realidad el incremento salarial 2019. Es la orden que le dio el rectorcito, quien paga su afición etílica.

 

Ruego al lector paciencia ante las reiteraciones, pero son imprescindibles para conocer el grado de desesperación del rectorcito.

 

“El titular de la Administración Central de la Máxima Casa de Estudios dijo que el pago podría hacerse efectivo a los empleados de la institución en la primera quincena de noviembre si el gobierno estatal firma entre hoy y el martes de la semana entrante el convenio de colaboración”.

 

AEO. Este año la buena noticia es que la semana pasada ya nos mandó la SEP el incremento salarial de este año que estaba pendiente (…) la tramitología implica recolectar firmas de funcionarios del gobierno estatal, del gobernador, y regresarlo a la Secretaría de Educación Pública, y a partir de ese momento ya nos entregan los recursos. Entonces en cuanto tengamos ese convenio firmado por parte del gobierno estatal, podemos enviarlo a la Federación y podremos tener el recurso”, explicó.

 

JO –¿Cuándo podría firmarse este convenio?

 

AEO –Pues esperamos que sea lo más pronto posible. Lo entregamos el día de ayer, tal como lo manda la SEP–respondió.

 

JO –¿Ya lo entregó la universidad al gobierno estatal?

 

AEO –Ya, ya lo tienen en cuatro diferentes dependencias que son las cuatro firmas que lleva por parte del gobierno del estado y lo que queremos es que sea lo más rápido posible para que nos llegue el recurso y podamos cubrir a los trabajadores…

 

JO –¿Cuál es el plazo establecido por  Federación con ustedes a fin de que entregue este convenio ya firmado por las instancias de gobierno estatal?

 

AEO –Depende del tiempo que requiramos para poder disponer del recurso (…). En teoría no hay un plazo establecido, pero si nos tardamos más de una semana, pues es toda una complicación poder contar con el recurso. Entonces cuando es el del año, mientras no lo entreguemos, no nos dan la partida del subsidio, entonces aquí…

 

JO –¿Digamos que entre más dilate la firma de este convenio, pues más se retrasará el pago para los trabajadores?

 

AEO –Así es. Una vez que lo recibe la SEP, lo valida, lo firman las propias autoridades de la SEP y Hacienda, entonces empieza el trámite para la radicación del recurso federal, y como en el tema del subsidio estatal, una vez que llega la aportación federal se tiene que dar la parte estatal.

 

JO –O sea, es una mezcla de recursos.

 

AEO –La misma proporción que se realiza con el tema del subsidio. Ojalá lo pudiera dar en un par de días el gobierno del estado; es el convenio tradicional que siempre se hace como parte de la Secretaría de Educación Pública, y nosotros, si lo obtuviéramos, por ejemplo, esta misma semana, que es complicado porque es inhábil el viernes, pero digamos si lo tuviéramos el martes de la próxima, estaríamos en condiciones de poder cubrirle a los trabajadores el 15 de noviembre el faltante de estos estímulos, y otras cuestiones que habían quedado pendientes”.

 

Hasta ahí la vomitiva pero necesaria cita.

 

¿No que muy gallo, rectorcito?

 

¿Qué no necesitabas al gobernador Barbosa para nada?

 

¿Ahora ruegas su firma?

 

Ya veremos si se la da.