Para los habitantes que se encuentran en las comunidades cercanas al Popocatépetl la actividad volcánica pasó “sin pena ni gloria", pues dicen estar acostumbrados y sobre todo, protegidos por el mismo volcán, por lo que consideran hasta normal esta actividad.
En la comunidad de San Pedro Benito Juárez la actividad de los lugareños sigue siendo la misma desde hace 20 años, no cambia, no hay miedo, hay respeto y atención pues para ellos el volcán Popocatépetl es un testigo del paso del tiempo, pero también su cuidador, por ello cada año le rinden tributo, festejan su cumpleaños y no dejan de llevarle sus flores y su Tejocote, su Mezcal para que no esté enojado con ellos.
Por eso cuando hay actividad volcánica no pasa nada, se cimbra, sienten a veces que todo se mueve o que la tierra hierve pero ellos aseguran que el coloso está enojado con otros, a los que les echa ceniza, a los que les da miedo, pero a ellos no.
Están pendientes de su actividad, de sus rutas de evacuación y de las costumbres que siempre han inculcado sus antepasados para evitar una catástrofe, además de que aseguran que nunca ha hecho erupción al grado de que el magma llegue hasta la comunidad.
Yessica Ayala/Atlixco
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