Mientras la alcaldesa Karina Pérez Popoca vacacionaba en Mitla, Oaxaca, por segundo día consecutivo con el pretexto del hermanamiento de ‘Pueblos Mágicos’, los restos del pequeño Micky fueron sepultados en el panteón de San Francisco Acatepec.

El niño que elaboraba quesos y salía a venderlos con su padre falleció de un disparo en la cabeza durante un intento de asalto la madrugada del pasado viernes, dada la falta de vigilancia y seguridad que existe en el municipio.

Sin embargo, con todo y que presume encabezar un gobierno de valores, Pérez Popoca no se tomó ni dos minutos para dar una postura con respecto a tan atroz crimen que conmocionó a los sanandreseños.

Mientras la presidenta municipal, sus regidores y las esposas de éstos se paseaban por los sitios turísticos de Oaxaca, en San Francisco Acatepec cientos de pobladores dieron el último adiós al pequeño Micky, de 10 años de edad.

El pequeño recién había terminado el cuarto de primaria, era un niño alegre y trabajador que soñaba con trabajar mucho para sacar a su familia adelante, por lo que acompañó a su padre a vender quesos, acto que le costó la vida.

El funeral

Cientos de personas abarrotaron este lunes la parroquia y el panteón de la junta auxiliar de San Francisco Acatepec para darle el último adiós al pequeño Micky.

Globos blancos, flores, sahumerio, música de viento y decenas de niños rodearon al pequeño ataúd de color blanco donde posaban los restos del menor asesinado por asaltantes en motocicleta.

Como en fiesta, al ritmo del baile del tlaxcalteco y el de los popotes, familiares, amigos y conocidos despidieron al pequeño que gustaba de la música y soñaba con asistir a una presentación de su grupo sonidero favorito.

Los familiares reprocharon al gobierno de Karina Pérez Popoca la falta de seguridad que priva en San Francisco Acatepec y Santa María Tonanzintla, principalmente en el corredor turístico y en la zona aledaña a la carretera federal a Atlixco.

Recordaron que en diciembre pasado Don Miguel, padre del niño asesinado, también fue víctima de la delincuencia en la misma zona.

"Uno ya no puede salir a trabajar tranquilo a buscar el pan de cada día porque estos desgraciados ya nomás están esperando para robarnos lo poquito que tenemos", reprochó una de las tías del pequeño.

Don Miguel exigió al gobierno de Pérez Popoca mayor seguridad: "¿Qué debo esperar, que me asalten por tercera vez? ¿Y ahora qué va a pasar?".