Acateno. El cabecilla del movimiento contra la delincuencia en Insurgentes Socialistas, Apolinar N, se salvó de ser linchado a pedradas en su domicilio, pero fue detenido por la Policía de Puebla, como probable homicida de Evaristo N, mejor conocido como El Chobelo. Su hermano Antonio logró escapar.

Esta última oleada de terror en esa comunidad comenzó el lunes pasado con la muerte de El Chobelo, quien durante esa tarde hizo señalamientos directos contra los caciques Apolinar y Antonio, a quienes señaló de comandar a una banda de maleantes, además de haberse quedado con cinco parcelas de doce hectáreas cada una, quitadas a pacíficos productores de la localidad.

Esa noche, don Evaristo fue asesinado en San José Acateno, Puebla, y hubo muchos testigos, por lo que vecinos de ambos municipios comenzaron a tomar acciones contra esos sujetos.

Hoy en la tarde, la violencia se recrudeció cuando el cortejo fúnebre del Chobelo pasaba por la casa de los probables asesinos. Ahí, la señora Gloria Jiménez Hernández, comenzó a pedir justicia, y la gente enardecida comenzó a apedrear la casa de los hermanos asesinos. Se dice que  otros tumbaron puertas y ventanas. Durante esa agresión se escucharon varios balazos, pero momentos después fue desmentida la posibilidad de uno o varios muertos más.

Gloria es cuñada de Sergio Arroyo, joven desaparecido en los inicios del movimiento que originó las barricadas en las entradas de Insurgentes, y de quién se sabe, fue asesinado por los hermanos ya que se atrevió a analizar y comentar el trasfondo de esas acciones presuntamente encaminadas a preservar la paz. Se dice que fue enterrado en terrenos de los citados cabecillas.

Durante la refriega, Apolinar fue detenido por la Policía poblana, en tanto que su hermano, como pudo se dio a la fuga y aún es buscado, considerado legalmente como prófugo.

La estela de terror regresó a Insurgentes Socialistas, y quienes están detrás del llamado grupo contra la delincuencia cerraron por varias horas esa frontera. Nadie salía y nadie entraba esta tarde, al menos en vehículos. Lo mismo ocurrió en San José Acateno, municipio poblano muy unido a Insurgentes.

EL TERROR SE EXTIENDE A JOLOAPAN Y PUEBLILLO.

También desde esta tarde, familias de Joloapan y Pueblillo otra vez viven encerradas a piedra y lodo, porque temen que la ola de delincuencia y muerte se recrudezca.

Autoridades y habitantes de toda esa zona deploran que la presencia de militares y policías sólo sea esporádica. "Pareciera que a nadie le interesa la seguridad de la gente del llano", citaron, aunque se sabe que esta noche el Ejército tomó el control en esos municipios limítrofes.

Como dato de última hora, se sabe que la población reúne gasolina para quemar la casa de los probables homicidas. Se espera que con los sucesos de hoy, también comience la disolución del polémico movimiento.