El presidente municipal de Quecholac, José Alejandro Martínez Fuentes, hermano del capo huachicolero Antonio Martínez Fuentes, alias ‘El Toñín’, tiene la receta del éxito en el combate al crimen organizado, ya que su municipio pasó de sufrir violentos enfrentamientos a la tensa calma que gozan sus gobernados.

Parte de la ciudadanía duda sobre los millones de pesos que invierte en supuestos apoyos a través de fundaciones, algunos lo consideran como principal benefactor por apoyos individuales a ciudadanos.

Aparente calma en el municipio

A pesar de que Alejandro Martínez tomó posesión de la alcaldía de Quecholac, su hermano ‘El Toñín’ continúa manteniendo el control del municipio; el alcalde asegura que la tranquilidad se debe a la capacitación de aproximadamente 38 policías municipales que contrató para más de 60 mil habitantes.

Sorprende que el municipio de Quecholac hace unos meses sufriera una ola delictiva comandada por el crimen organizado y fuera uno de los municipios más problemáticos del Triángulo Rojo.

El capo huachicolero ‘El Toñín’ desde hace años encabeza diferentes grupos de habitantes que son utilizados para controlar el municipio a su conveniencia, en tanto, su hermano el alcalde Alejandro Martínez promueve una campaña de paz dadas sus aspiraciones a la diputación local y pretende convencer a la ciudadanía que su municipio lo mantiene sin conflictos.

Evolución de El Toñín

El proyecto de ‘El Toñín’ era de dominar el municipio de Quecholac, Antonio Martínez Fuentes antes de ser huachicolero fue ‘pollero’, traficó con indocumentados; en su pueblo natal, Palmarito Tochapan, durante mucho tiempo ocultó a cientos de inmigrantes centroamericanos que intentaron llegar a Estados Unidos.

Con el dinero obtenido del tráfico de indocumentados, Martínez Fuentes incrementó su fortuna hasta lograr tener empresas exportadoras de hortalizas y comenzó a ganarse a los campesinos comprando sus productos del campo.

En los inicios del robo de combustible o huachicol duplicó su fortuna y atribuían su riqueza al trabajo realizado en el campo.

En 2013, ‘El Toñín’ comenzó con la extracción, distribución y venta de combustible robado a ductos de Pemex. Para no tener problemas con los habitantes de Palmarito, hizo ostentosas donaciones económicas a las ferias patronales, dio efectivo a enfermos, regaló electrodomésticos, juguetes y apoyó en eventos deportivos.

A través de la Fundación ‘Fusión y Fuerza’, con la que su hermano José Alejandro Martínez Fuentes se promovió a la alcaldía de Quecholac, aportaba donaciones en efectivo y especie con productos del campo a fundaciones como el CRIT de la ciudad de Puebla y fundaciones contra el cáncer infantil, métodos que utilizaba para publicitarse.

Benefactor y vigilante

En aquel entonces estaba prohibido entre habitantes mencionar el nombre del ‘El Toñín’, todos lo llamaban ‘El señor que extrae el producto (huachicol)’, principal y único benefactor. Pobladores refieren que si una persona estaba enferma y sus familiares pedían apoyos económicos para medicamentos o costosas consultas a través de una mujer sólo mostrando recetas u órdenes de estudios médicos, les proporcionaban el dinero que solicitaban.

Desde entonces ‘El Toñín’ comenzó a formar grupos de pobladores que vigilaron la junta auxiliar de Palmarito Tochapan, se desplazaban en camionetas recorriendo el pueblo y brindaba apoyos económicos.

Si en el recorrido encontraban personas consumiendo alcohol, haciendo escándalo en las calles, consumiendo drogas o detenían a maleantes, eran golpeados con tablas o cinturones, después eran expulsados de Palmarito. Así comenzaron a tener el control de la población.

De esta forma mostraron resultados en seguridad pública a la ciudadanía sin la necesidad de contar con policías municipales, pues era parte del plan tener a los pobladores de su parte. A la vez, crearon una mala imagen a las autoridades municipales.

Los grupos de personas que recibían apoyo se sometían a las órdenes de ‘El Toñín’, pues le debían “el favor”; a través del tiempo fueron ocupados hombres, mujeres, niños y ancianos como grupos de choque contra las corporaciones policiacas, estatales y federales que ingresaban a realizar operativos en la junta auxiliar en contra del huachicol y que costó vidas humanas.

Los mismos grupos de ciudadanos eran empleados para desestabilizar al pueblo en contra del gobierno municipal 2014-2018, encabezado por el priista Néstor Camarillo Medina.

Nueva administración

Hasta que José Alejandro Martínez Fuentes tomó posesión como alcalde, Quecholac comenzó a tener resultados en Seguridad Pública con pocos elementos policiacos; en su informe de sus primeros 100 días de trabajo en febrero de este año declaró a medios de comunicación que ha logrado detenciones, la recuperación de un tractocamión y ocho vehículos con reporte de robo, entre otros hechos.

Habitantes saben que ‘El Toñín’ sigue manteniendo el control del municipio, donde las autoridades estatales han detectado bandas dedicadas al robo de gas y camiones con carga, que operan sobre la autopista Puebla-Orizaba, sin embargo, los delincuentes tienen prohibido operar dentro del municipio, pero almacenan mercancía o diversos productos robados.

El alcalde Alejandro Martínez Fuentes mantiene la misma estrategia, brinda apoyos, utiliza a personas de la tercera edad y enfermos para darse publicidad. Últimamente ha sido criticado por los mismos pobladores por publicitarse en actos culturales, deportivos, educativos y en convivios donde aporta recursos para las comidas en festejos; la finalidad es lograr ser el próximo candidato a la diputación local.

El edil y su hermano ‘El Toñín’ siguen entregando ostentosas aportaciones económicas principalmente a eventos religiosos y fundaciones, pero eso no se dan a conocer, sólo es el invitado especial para tomarse la foto.