Miercoles, 24 de Abril del 2024

A Yanelli la violaron dos veces y le tatuaron puta en el pecho

Jueves, 28 Marzo 2019 11:13
A Yanelli la violaron dos veces y le tatuaron puta en el pecho

Antes de irse, con la punta de una navaja le escribieron en el pecho: “PUTA”, según le dijeron, para que no se le olvidara lo que era.

Staff

@Diario_Cambio



Yanelli N., una joven de Huauchinango de 24 años de edad fue violada en dos ocasiones y en la segunda vez,  le escribieron “PUTA” en el pecho, esto “para que nunca se le olvidara lo que era”. Además, a su hija de 2 años también le pegaron y le tomaron fotografías pues “conocían a alguien que le gustaban las escuinclas”.


Pese a lo atroz del caso, las autoridades de la Fiscalía General del Estado “perdieron” el expediente de la segunda violación y, por lo tanto, no han realizado ninguna investigación y los responsables siguen prófugos.


De acuerdo con Periódico Central, la primera violación ocurrió la noche del 8 de junio de 2016, Yanelli N —una joven de 24 años de edad— salió de su trabajo a su casa en el municipio de Huauchinango. Ese día, el transporte público tardó más de lo normal en pasar, entonces Yanelli decidió tomar un taxi colectivo, en el que únicamente viajaba el chofer, un señor de la tercera edad, pero a dos cuadras abordaron otros dos hombres; sin embargo, no eran pasajeros, sino delincuentes que asaltaron al chofer, a la mujer y además, abusaron sexualmente de ella.


Un mes después, Yanelli vio cómo una patrulla trasladaba a dos hombres detenidos y reconoció a uno de ellos: a Erick, uno de los dos sujetos que abusó sexualmente de ella. Lo identificó y siguió hasta la Comisaria Municipal sin miedo a equivocarse, pues su rostro jamás se le olvidará. Su nombre lo sabía porque mientras era violada el otro sujeto le decía: “¡Ya Erick, me toca!”.


Tras girar una orden de aprehensión, Erick fue detenido e ingresado a la cárcel pero la justicia no llegaría aún para Yanelli, pues para la familia del agresor, su peor error fue denunciarlo y seguir el proceso. Tras una serie de amenazas, en octubre de 2017, dos hombres aprovecharon que Yanelli se encontraba sola en su casa con su hija: entraron, la azotaron contra la pared, la pisaron, le escupieron, la ataron y la violaron frente a su pequeña de dos años.


En julio de 2018, tras cuatro días de juicio oral, Erick fue sentenciado a 10 años de prisión por el delito de violación. Para las autoridades este caso quedó cerrado con la sentencia condenatoria, olvidaron que participó otro hombre.


La segunda violación sucedió en el 2017, pues luego de identificar a Erick, uno de los que la violaron en la primera ocasión, recibió constantes amenzas, por lo que Yanelli solicitó protección y el Ministerio Público ordenó que dos oficiales la cuidaran. Así lo hicieron hasta que se registró la tormenta Earl.


Las víctimas del huracán se convirtieron en prioridad. Yanelli dice que lo entendió pero aunque las cosas volvieron a la normalidad, su seguridad no regresó.


La mujer, quien vivía con su hija, hermana y madre aguantó las amenazas y mensajes ofensivos por meses. Mientras más se acercaba el juicio de Erick, las amenazas más se hacían presentes. En octubre de 2017, Yanelli detectó a hombres sospechosos cerca de su casa incluso, en una ocasión tuvo que llamar a la policía.


Sin embargo, en una ocasión, donde su madre y su hermana no se encontraban en la casa, dos hombres ingresaron a la vivienda. A Yanelli le pegaron, azotaron su cabeza contra la pared en múltiples ocasiones, la tiraron, la patearon, le escupieron y la ataron de las manos y pies con un cable y una cuerda.


“Te estás haciendo la muy chingona, si deberás muy cabrona, defiéndete. Lo que van a encontrar después es tu cuerpo”, le gritaban.


Mientras ella gritaba, a su hija de tan solo dos años también le pegaron y la jalaron del cabello. Después, metieron a la menor a un cuarto y le tomaron fotografías: “a mí no me gustan las escuinclas pero conocemos a alguien que sí”. Para que no le hicieran nada más a su hija, Yanelli dejó de gritar para pedir auxilio; después la violaron frente a su hija.


Antes de irse, con la punta de una navaja le escribieron en el pecho: “PUTA”, según le dijeron, para que no se le olvidara lo que era.


Yanelli dice que debido a los golpes, ni siquiera sintió dolor cuando le mercaban el cuerpo. Tampoco podía respirar, su nariz estaba llena de sangre y le metieron su largo cabello a su boca; después se retiraron y ella perdió el conocimiento. Dos horas después, su madre la encontró ahí tirada y fue a pedir auxilio a los vecinos pues ella no supo qué hacer.


Cuando recobró el conocimiento, Yanelli lo primero que pidió fue ver a su hija, pensó que se la habían llevado o, posiblemente, también abusaron de ella. La pequeña estaba dormida, estaba echa del baño y se veía maltratada, por los golpes pero dentro de todo estaba bien.


Los vecinos pidieron auxilio y al lugar llegaron paramédicos y policías. Fueron estos últimos quienes trasladaron a Yanelli al hospital, donde le dijeron que tenía fracturada la nariz, un esguince, su mandíbula estaba lastimada, presentaba derrame en el ojo, oídos inflamados y un dolor de cabeza que nunca se calmó.


Cuando Yanelli se presentó nuevamente ante el Ministerio Público para declarar, el encargado de llevar su caso se molestó porque dijo que él nunca dio la orden de que se le retirara la vigilancia; sin embargo, la víctima cuenta que la persona que tomó la declaración, escribió lo que quiso y no lo que ella narró. Además, al día siguiente fue atendida por una psicóloga que le advirtió: “si estas mintiendo, yo me doy cuenta y me voy a encargar de que te castiguen”.


Yanelli salió de ese lugar en llanto, pues dijo que lejos de sentirse apoyada, la hicieron sentir peor y fue revictimizada por las autoridades.


A principios de julio de 2018 Yanelli tuvo que ver nuevamente el rostro de Erick. Ambos se encontraron en el juicio oral que duró cuatro días donde Erick fue sentenciado a 10 años de prisión. Frente al Juez, Yanelli lo volvió a asegurar: “él es uno de los que me agredió, su cara nunca la voy a olvidar”.


Sobre los responsables de la segunda violación no hay rastro y posiblemente no lo habrá pues le dijeron que la carpeta de investigación número 787/2017/Huauchinango Puebla, se extravió: “tal vez se la llevaron a Puebla para anexarle cosas”, le dicen.


A consecuencia de los golpes que recibió, Yanelli perdió casi al 100 por ciento la vista en su ojo izquierdo y ya lleva ya casi 3 años en constante terapia con el psiquiatra. A pesar de todo lo que ha pasado, Yanelli dice que todos los días agradece el estar viva, el ser afortunada por contar con el apoyo de sus hermanos y el poder tener a su hija, quien es su principal motivación para seguir adelante.

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