Las sexoservidoras del Centro Histórico han sido extorsionadas por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) desde que inició la administración de María de Lourdes Rosales Martínez, los casos van desde detenciones arbitrarias hasta violaciones.

Con la intención de darle voz a este grupo social violentado, CAMBIO entrevistó a las sexoservidoras, quienes narran los abusos que sufrieron por parte de los policías municipales, ante el miedo de que sus voces fueran utilizadas para ser perseguidas por las autoridades municipales pidieron no ser grabadas y mantenerlas bajo el resguardo del anonimato.

La detienen y los policías la sobajan: no tiene derechos porque es ‘puta’

Uno de los casos más relevantes fue el encarcelamiento de una de las afectadas. Ella relata que se encontraba en su zona de trabajo, la calle N del Centro Histórico de Puebla, cuando de una patrulla tipo camioneta se bajaron dos policías municipales para arrestarla y ‘treparla’ a la batea, aseguró no recordar el total de elementos que viajaban en el vehículo, pero afirma que durante el camino la sobajaron.

Al llegar al juzgado, la jueza dio la orden de que le prepararan una celda porque se quedaría por tiempo indefinido; al preguntar el motivo del arresto le contestaron que ella no tenía derecho a nada por ser una ‘puta’.

A la mañana siguiente la trasladaron a ‘La Peni’, la jueza le negó contar con un abogado y al preguntar sus cargos le dijeron que estaba arrestada por extorsión, tiempo después volvió a preguntar y ahora el cargo era trata de blancas, en una tercera vez le contestaron que había sido arrestada por prostitución; fueron dos años los que estuvo encarcelada, sin saber el cargo del que se le acusaba.

Policías municipales piden sexo a cambio de libertad

En otro de los testimonios, la agraviada relata que se encontraba laborando como comúnmente lo hacía en la Calle N, cuando una patrulla municipal tipo camioneta con cinco elementos se detuvo a lado de ella, dos policías bajaron para arrestarla frente a los transeúntes gritándole ‘pinche puta’ y la aventaron a la cabina de pasajeros.

Los policías dieron vueltas por las calles del Centro Histórico diciéndole que “se la iba a cargar la chingada” y para dejarla libre le propusieron “mamársela” a todos los elementos que estaban a bordo del vehículo oficial; ante el miedo y la incertidumbre de su futuro la sexoservidora no tuvo otra opción más que hacer lo que le decían los oficiales.

Después de realizar el acto la llevaron a los juzgados, donde la retuvieron alrededor de siete horas sin oportunidad de comunicarse con sus familiares o amigos, nadie le dijo cuál fue el motivo de su detención.

Los casos de las demás sexoservidoras son similares, los policías llegan sin previo aviso, las esposan y las suben a la patrulla; algunos les ofrecen liberarlas a cambio de favores sexuales, “una mordida” o delatar a sus demás compañeras, pero a pesar de que acceden a las peticiones de las autoridades nunca son liberadas.

Retomar el caso de violaciones, violencia verbal y humillación de las sexoservidoras deja entrever diversas acciones por parte de los elementos de la Policía Municipal que salió a la luz desde el caso del ‘Poli Violador’ de la SSPTM, el cual abusó de una joven bajo la influencia del alcohol en la zona de los Fuertes; aún se desconoce el paradero del implicado.