Justicia, una investigación a fondo y que el caso no quede impune, fueron parte de las exigencias que realizó a las autoridades Carmen N, ex esposa de Alfredo Colimoro Sarellano, empresario que la mañana del lunes fue asesinado por sujetos que lo llevaban privado de su libertad en la colonia Anzures.

Apenas unas horas después de que el cuerpo les fuera entregado, dieron inicio los servicios fúnebres de este empresario de 70 años de edad en una agencia ubicada en la capital poblana, donde decenas de amigos y familiares se dieron cita para darle el último adiós a Alfredo.

Debido a que el sepelio de Alfredo se realizará en la Ciudad de México, de donde era originario, su familia decidió que el cuerpo fuera velado al menos por unas horas en Puebla, donde la víctima radicó durante los últimos treinta años y en donde se encontraba gran parte de sus amigos, a quienes querían darle la oportunidad de despedirse de él.

Aunque Alfredo llevaba varios años divorciado, Carmen N, ex esposa y madre de dos de sus hijas, viajó desde el estado de Morelos hasta la entidad poblana para estar presente en el velorio, donde aprovechó para hacer un llamado a las autoridades y que el caso no quede impune.

"Él no tenía enemigos, las autoridades deben de hacer una investigación a fondo de todas las personas que tenían contacto con él para que el caso no quede impune", dijo en entrevista la mujer que, con la voz cortada, narró cómo Alfredo peleó contra el cáncer de colon que padecía, pero también contra sus presuntos plagiarios.

Aunque la familia tampoco ha recibido una versión oficial de lo que ocurrió, Carmen destaca que Alfredo tenía su reloj, así como una cadena, por lo que considera que si lo hubieran querido asaltar, se habrían llevado esos objetos y también el automóvil modelo Mercedes-Benz.

Explicó que la víctima no tenía enemigos, llevaba una vida tranquila y trataba de evitar problemas, pues incluso trataba con mucha gente en su empresa que fundó con el dinero de su jubilación y que operaba en Puebla sin mayores contratiempos o sin haber tenido malas experiencias en el pasado.

"Tenía más amigos que nada en el mundo, él estaba de presidente en la BMW, lo de las motos era su pasión y no para ir corriendo ni nada, sino porque le gustaba conocer, visitar, y la muestra es que tenía muchos amigos ahí", justificó Carmen, sobre alguna supuesta enemistad que pudiera ser el móvil en este caso.

Al servicio fúnebre llegaron varios de sus amigos del BMW Moto Club de Puebla, agrupación de motociclistas que presidía y que a modo de homenaje colocó el casco que usaba para las rodadas encima del féretro café, enfatizando una vez más su pasión por los bólidos de dos ruedas.

Un día antes de su asesinato, le informaron que estaba libre de cáncer

Respecto al padecimiento de cáncer, Carmen explicó que fue hace dos años cuando se lo diagnosticaron, pero un día antes de que fuera asesinado había recibido sus resultados médicos en donde le informaban que estaba libre de esta enfermedad en el cólon.

Dicha noticia le fue informada a las hijas de Carmen, a quienes les comentó que se sentía feliz de haber vencido esta enfermedad y deseoso de seguir disfrutando cada uno de los días que le quedaban por delante.

Luego de que sus amigos tuvieron la oportunidad de despedirse de él, el cuerpo será trasladado a la Ciudad de México para que se realice el sepelio, en el cual se espera contar con la presencia de aún más familia que radica en otras entidades de la república.