El proceso en contra de los tres detenidos por el homicidio del empresario Alfredo Colimoro Sarellano estuvo en riesgo por las deficiencias del agente del Ministerio Público, quien ignoró datos básicos del Informe Policial Homologado (IPH), por lo que los sospechosos estuvieron a punto de ser liberados al calificarse de ilegal su detención.
Sin embargo, tras casi una hora de análisis, la juez de control logró encontrar argumentos legales para salvar las deficiencias de la Fiscalía General del Estado y lograr que los tres sospechosos se mantengan presos en el Cereso de San Miguel por lo menos hasta una segunda audiencia, donde se decidirá si hay elementos suficientes para vincularlos a proceso.
Con la abogada de oficio se defienden los presuntos homicidas
A poco más de 48 horas del asesinato del empresario Alfredo Colimoro Sarellano, fueron presentados ante un juez de control Moisés C, Martín R y Jairo Amado D, este último es el único que no fue identificado por ninguno de los testigos presenciales como partícipe en el hecho.
Jairo conducía el taxi en el que fueron detenidos Moisés y Martín, sin embargo, la hipótesis de la Fiscalía apunta a que él estaba a unas calles de la escena del crimen esperando a los otros dos para ayudarlos a darse a la fuga.
Mientras que este taxista cuenta con un abogado particular para llevar su defensa legal, Moisés y Martín, quienes son originarios de Veracruz, cuentan con una abogada particular que se encargó de poner en jaque al ministerio público durante la audiencia de este miércoles.
La litigante evidenció los errores en el marco normativo de la flagrancia que pretendía usar la Fiscalía para sostener la legalidad de la detención de estos tres hombres, ya que fueron detenidos a varias calles de distancia de donde se cometió el crimen.
Los argumentos de la abogada de oficio hicieron que la juez de control pidiera un receso de poco más de una hora para analizar las posturas y poder determinar que sí había elementos suficientes para calificar de legal la detención y no dejar libres a los presuntos homicidas.
Sin embargo, la juez usó el arma de fuego que le fue encontrada a Martín y con la que presuntamente asesinó a Alfredo Colimoro como uno de los indicios suficientes para acreditar la flagrancia y la legalidad de la detención de estos hombres.
Fue así como el agente del Ministerio Público pudo formular la imputación por homicidio a Martín, Moisés y Jairo Amado, no obstante, los tres decidieron usar la prórroga de 144 horas para determinar su situación legal, por lo que será en una segunda audiencia cuando se confirme si son procesados o no.
En esa audiencia se espera que Jairo Amado rinda su declaración, ya que desde la audiencia celebrada ayer intentó dar su versión de los hechos, aunque tras varias recomendaciones por parte de la juez de control, terminó reculando.
Maribel Morillón
@Diario_Cambio