Con engaños de que le daría dinero para comprar pañales y leche para su hija, fue que el adorador de la Santa Muerte, Francisco Javier A, logró que su ex esposa Cruz Yere Marín Rayón acudiera a su casa, donde finalmente la asesinó de varias puñaladas con ayuda de su actual pareja.

Así lo dio a conocer el agente del Ministerio Público durante la audiencia inicial celebrada este fin de semana y en donde se calificó de legal la detención de Francisco Javier y Leticia por el feminicidio de Cruz Yere, quien dejó en orfandad a tres pequeños, incluida la niña de un año que tuvo con su feminicida.

Aunque la Fiscalía General del Estado pretendía que la audiencia se realizara a puerta cerrada, el juez de control no lo permitió y dejó que en la diligencia estuviera presente la familia de Leticia, quien incluso le pagó un abogado particular para su defensa, contrario a Francisco Javier que fue abandonado y tuvo que aceptar un abogado de oficio.

La audiencia

En audiencia en la que estuvo presente CAMBIO, se dieron a conocer los detalles reales sobre el caso de feminicidio ocurrido en contra de Cruz Yere Marín Rayón, de quien ahora se sabe que era originaria del municipio de Tlatlaya, Estado de México, y no de Guerrero, como inicialmente se dijo.

Por parte del agente del Ministerio Público se dio a conocer que todo ocurrió aproximadamente a las 21:00 horas del martes 16 de julio cuando Demetria, una de las tías de Cruz Yere, recibió una llamada por parte de la mamá de la víctima, indicándole que no había tenido noticias de ella desde hace varias horas.

Ya que la víctima nunca se desaparecía, Demetria comenzó a preguntar con los amigos de Cruz para ver si alguno de ellos sabía algo, por lo que una de sus compañeras, de nombre Guadalupe, le dijo que por la mañana, tras salir de su trabajo, la víctima le comentó que iría a ver al papá de su hija para que le diera dinero.

Cruz trabajaba como obrera y fue al salir del turno nocturno que se dirigió a la casa de Francisco Javier, ya que éste le había llamado prometiendo que le daría dinero para que pudiera comprar pañales y leche, como parte de la manutención de su hija de un año que procrearon en el tiempo en que estuvieron juntos.

Debido a que durante la relación Francisco Javier golpeaba e incluso llegó a amenazar de muerte a Cruz, Demetria decidió ir a buscarla a la casa de este sujeto, ubicada en el lote 17 de la calle Jazmín, en la colonia La Calera del municipio de Amozoc.

Cerca de las 21:30 horas, la mujer llegó hasta este domicilio y al tocar la puerta salió Francisco Javier, quien reconoció que “sí estaba ahí, pero que no se iba a ir y que dejara de estar chingando”, por lo que Demetria se preocupó y decidió ir a pedir ayuda a la Comandancia municipal de Amozoc.

En ese sitio fue atendida y se ordenó que dos elementos de la Policía municipal a bordo de la patrulla P-006 acudieran con ella al domicilio para verificar si en verdad se encontraba Cruz, por lo que los uniformados se trasladaron junto con Demetria hasta el lugar.

Una vez allí, los uniformados tocaron la puerta y nuevamente abrió Francisco Javier, sin embargo, lo hizo con un machete en la mano, por lo que los uniformados lo increparon acerca del paradero de la joven, aunque en esa ocasión Francisco negó haberla visto o que estuviera en el domicilio.

Al mismo tiempo, tomó el machete y amagó con atacar a uno de los uniformados, por lo que éste se defendió y en un forcejeo ambos cayeron dentro de la propiedad, donde el elemento de seguridad pública se percató que había una mujer delgada y con el cabello largo que ahora se sabe era Leticia.

Mientras sometía a Francisco Javier, el uniformado se percató que también había un bulto con forma humana envuelto en bolsas de plástico negras, motivo por el cual esposaron a Francisco Javier para entrar a hacer una revisión, pero en ese momento Leticia comenzó a golpearlos y a decirles que “no se lo iban a llevar, que ellos no habían hecho nada”.

Ante esta situación, el segundo elemento de la policía intervino para detener a Leticia y una vez que ambos se encontraban asegurados, realizaron la revisión de lo que se encontraba dentro de las bolsas negras, confirmando que era el cuerpo de Cruz Yere, ya que se apreciaba su rostro, aunque lleno de sangre.

Primeras indagatorias

De inmediato, los agentes de seguridad pública dieron parte al Ministerio Público de Tepeaca, sin embargo, éste los instruyó para que fueran ellos quienes se hicieron cargo de procesar la escena y hacer el aseguramiento de los indicios, además de poner a los detenidos a disposición de la unidad de flagrancia en el Complejo de Seguridad C5, en el Periférico Ecológico.

Si bien al principio se dijo que el cuerpo de Cruz se encontraba en una fosa, en la carpeta de investigación 2777/2019 consta que en el inmueble no se encontró ninguna excavación, tampoco se encontraron herramientas como picos o palas, necesarias para hacer este trabajo.

Del mismo modo, se informó que en el inmueble había por lo menos dos altares con imágenes y figuras de la Santa Muerte, además de que Francisco Javier tenía tatuajes con las mismas imágenes en el cuerpo.

Durante la inspección de la casa, los elementos de la Policía Municipal precisaron que se trataba de una obra negra, dividida por lo menos tres cuartos, dos de ellos contiguos que fungían como recibidor y cocina, así como de un tercero dividido por una puerta que era una recámara.

Fue entre el recibidor y la cocina donde se localizó el cuerpo de Cruz, mientras que en la recámara fue donde se encontraban los altares, en tanto que un cuchillo y que se trataría del arma homicida, de 32 centímetros de largo y mango de plástico, fue localizado en una repisa dentro de lo que era la cocina.

Otras de las cosas aseguradas fueron dos teléfonos celulares y algunas prendas que se encontraban en el piso, aunque éstas no corresponden a la víctima, pues ella portada toda su ropa al momento en el que fue localizada dentro de las bolsas negras.

Causas de la muerte de Cruz Yere

El cuerpo de Cruz fue trasladado al servicio médico forense, en donde se practicó la necropsia de rigor aproximadamente a las 5:00 de la madrugada del 17 de julio, informando al médico legista que la víctima tenía entre 8 y 12 horas de haber sido asesinada.

Detalló que la causa de la muerte fue una hemorragia severa debido a los múltiples lesiones por arma punzocortante que recibió en el cuerpo, principalmente en el cuello y en órganos vitales como pulmones, hígado y corazón, siendo estas últimas las que en realidad provocaron el deceso.

Una vez que se calificó la legal la detención de Leticia y Francisco, el agente del Ministerio Público les imputó a ambos el delito de feminicidio y el de infracciones a las leyes y reglamentos sobre inhumaciones y exhumaciones, este último en la modalidad de ocultación de cadáver.

Aunque no sé precisó la mecánica mediante la cual fue asesinada, el agente del Ministerio Público señaló que había elementos suficientes para suponer que ambos habían participado en el asesinato de Cruz Yere.

De forma individual, a Francisco Javier también le imputaron cargos por delitos cometidos en contra de servidores públicos y ataques peligrosos, ambos en agravio del Policía Municipal de Amozoc al que trató de agredir con un machete.

Mientras que a Leticia también se le acusó de resistencia de particulares, pues a consideración del Ministerio Público, intentó impedir que detuvieran a Francisco Javier al ser descubiertos con el cadáver de Cruz Yere en el domicilio.

La pareja se acogió al término constitucional de las 144 horas, por lo que será en una segunda audiencia donde se determine si son vinculados a proceso o no. Mientras tanto, permanecerán internados en el Cereso de San Miguel hasta que se determine su situación legal.