El hecho ocurrió aproximadamente a las 2 de la madrugada, en una localidad de España. La mujer quien era la anfitriona de la fiesta, salió de su residencia y se dispuso a pedir un Uber. Cuando el conductor arribó en el lugar, la mujer procedió a subirse al vehículo. Aunque no habló al principio, al cabo de unos segundos procedió a indicarle al conductor que por favor la llevara hasta su casa.

El conductor al revisar la dirección en su GPS, notó que el destino era justamente el lugar en donde se detuvo a recoger a la mujer. Al indicarle esto, la chica se disculpó por la equivocación, mencionando además que se encontraba en estado de ebriedad, y que solo había salido por un momento a fumar un cigarrillo fuera de su casa. Mencionándole al conductor, que por ende no le pagaría el servicio, pues no lo había tomado.

Ante esto, se inició lo que fue una pequeña discusión, pues el conductor estableció una suma de 12 euros a pagar, por el hecho de haberse dirigido hasta el lugar para brindarle el servicio. La mujer molesta por esto, procedió a llamar a la policía, quienes arribaron rápidamente al lugar. Tras hablar un poco con las autoridades y notar el estado de ebriedad en que se encontraba la chica, el asunto se resolvió rápidamente.

De la chica, se supo que después de este pequeño malentendido, continuó deambulando un poco más por los alrededores de su residencia. Incluso, se dice que se alejó un poco de su casa durante la noche, aunque por fortuna pudo regresar ilesa al día siguiente.

Fuente: https://pinchecelosa.club