Christopher Tadeo Guerrero, “Bomba Barber”, dejó los juguetes a un lado para estar entre máquinas, tijeras, peines, al convertirse a sus 8 años en el barbero más pequeño de todo el mundo.
Pese a su corta edad y también baja estatura hace que tenga que improvisar, subirse a un banquito o lo que sea necesario para poder llegar hacia la cabeza de su cliente y brindarle el mejor servicio.
El pequeño barbero tiene un compromiso también muy grande que es continuar con sus estudios en la Escuela Monclova 400, lugar donde cursa el tercer grado sección A, pues el estudio es fundamental para su desarrollo, indicó su padre Jaime Guerrero, conocido barber de la localidad.
En entrevista para Zócalo, “Borrego Barber”, como es conocido el progenitor del pequeño Tadeo, dijo estar muy contento y orgulloso de que su hijo menor así como Sergio, el mayor, tomaron con pasión esta vocación, pero también que no han dejado sus estudios.
“No hay mejor babero que el que ama su vocación y transmite por pasión”, indicó el entrevistado con mucho orgullo, pues ambos hijos lo acompañan a diario para ejercer la barbería.
“Mientras algunos lo hacen por fama y dinero, ellos son claro ejemplo de que es lo último en buscar, la guía del padre es fundamental en el crecimiento del hijo”, expresó Jaime.
También expresó que ahora los compromisos por la marca prestigiada de Guadalajara, eligió a su pequeño Tadeo como imagen de un nuevo producto a lanzar el compromiso será mayor, él tendrá que lidiar con ser padre, madre, sus estudios y las constantes salidas de la ciudad.
Jaime Guerrero expresó que nada será sencillo, pero como siempre y como familia, buscarán salir adelante en todos sus compromisos.
El pequeño Tadeo Guerrero dijo que la inspiración principalmente fue en su padre, aunque no entendía en un principio cómo su progenitor, empezar a utilizar diversas herramientas para “pulir” a sus clientes, usaba varias máquinas, tijeras y todo lo necesario para el arte del barbero.
Un día este pequeño decidió emprender una nueva aventura, que era principalmente el poner más atención a lo que hacía su padre y su hermano mayor, de nombre Sergio.
“Lo empecé a ver y luego practicaba con un globo, ya después en un mes lo quise intentar”, dijo este pequeño gigante, que dijo que improvisaba con un globo al que le ponían crema de afeitar y él tenía que pasar la máquina, asimilando ser un cliente, muchos globos tronaron pero jamás se dio por vencido.
Iba aprendiendo lo que su padre hacía, desde cómo recibía a sus clientes a quienes atendía hasta cerrar el negocio ya muy noche, fue entonces cuando entendió que todo lo que hacía su padre era por ellos.
Poco a poco, el pequeño fue trabajando siempre bajo la supervisión de su hermano, o también su pade,
Después de ir adquiriendo experiencia llegó una oportunidad desde Guadalajara, el “Bomba Barber”, era el elegido para representar una imagen, destinada para el público más pequeño de la barbería, pero tenía que pasar una prueba en Monterrey, ante cientos de barbers.
Al ser cuestionado en la Expo Monterrey por su experiencia que no fue nada sencilla, el niño de tan sólo 8 años no se dobló, y es que con su espíritu de acero logró vencer el llamado pánico escénico.
Con sorprendente seguridad subió a una plataforma y empezó a mostrar sus dotes, los presentes se asombraron al ver cómo siempre estuvo concentrado, ejerciendo esta labor que fue siempre supervisada en todo momento por su papá; al final se logró el objetivo.
Aunque es muy pequeño se le cuestionó que quería ser más grande, con firmeza respondió “Barbero, como mi papá”.
También dijo tiene una asignatura pendiente y muy importante, sus compañeritos de escuela saben que se dedica esta profesión, él les quiere regalar un corte de ca
Staff Diario CAMBIO
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