Las circunstancias de su muerte o de su participación por parte de los Estados Unidos no están claras. Las fuentes proporcionaron información de forma anónima, pero proporcionaron poca información adicional.

Se cree que Hamza nació alrededor de 1989 en Jeddah, Arabia Saudita, y fue buscado por el FBI por sus vínculos con grupos terroristas. En enero de 2017, Washington describió a Hamza como un “terrorista global designado” (SDGT) por su “participación activa en el terrorismo” y una “amenaza a la seguridad nacional”. Como resultado, todos los activos de Bin Laden en los Estados Unidos fueron bloqueados y confiscados.

Cabe recalcar que en Estados Unidos, desde marzo del presente año, le habían puesto precio a la cabeza de Hamza Bin Laden: US$ 1 millón. El heredero del líder terrorista era mapeado porque se había convertido en uno de las principales líderes de Al Qaeda.

La última vez que apareció en público el hijo de Osama Bin Laden, había sido a través de un vídeo emitido por Al Qaeda en 2018. En esa grabación, Hamza Bin Laden, había amenazado a Arabia Saudita, país que le había quitado la nacionalidad.

Había enviado mensajes de audio y video pidiendo ataques contra los Estados Unidos y otros países, especialmente para vengar el asesinato de su padre por las fuerzas estadounidenses en Pakistán en mayo de 2011.

Los documentos incautados en la redada en la casa de su padre en Abbottabad sugirieron que Hamza estaba siendo preparado como heredero del liderazgo de al-Qaeda, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Las fuerzas estadounidenses también encontraron un video de la boda de Hamza, quien se cree que tenía 30 años, con la hija de otro alto funcionario de al-Qaeda que se cree que tuvo lugar en Irán.

El paradero de Hamza bin Laden nunca ha sido identificado. Se cree que estuvo bajo arresto domiciliario en Irán, pero los informes sugieren que también pudo haber residido en Afganistán, Pakistán y Siria.

El grupo detrás de los ataques mortales del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos, la prominencia de al-Qaeda como un grupo islamista radical se ha desvanecido en la última década a la sombra del grupo Estado Islámico.

Pero las sucursales y los grupos jihadistas asociados en Afganistán, Yemen, Siria y otros lugares han subrayado su potencia continua.

Fuente: ISRAELNOticias