Lula da Silva fue liberado de la cárcel donde cumplía una condena de 8 años y 10 meses acusado del delito de corrupción.

El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue encarcelado en abril de 2018 en Curitiba, sin embargo, el juez de ejecución de penas determinó que ya había fundamentos para seguir ejecutando la sentencia, luego de que la Corte suprema determinara que ninguna persona puede estar encarcelada mientras disponga de recursos legales.

La noticia de la liberación de Lula emocionó a sus seguidores, quienes se congregaron a las afueras de la sede de la Policía Federal donde el expresidente de izquierda cumplía su sentencia desde 2018.

Da Silva pasó en la prisión de Curitiba 580 días, los mismos que sus seguidores pasaron en vigilia, sin embargo, lo más relevante es que la decisión de la Corte Suprema permitirá examinar la situación de 5 mil presos, aunque no todos serán liberados debido a que a los casos de mayor peligrosidad se les dictaría prisión preventiva.

Defensa de Lula da Silva busca nulidad de proceso
De acuerdo con el abogado del expresidente, Cristiano Zanin, la decisión judicial otorga esperanza sobre la posibilidad de que se pueda otorgar justicia al caso y la nulidad del proceso, declaró a AFP.

Lula da Silva fue condenado por ser beneficiario de un apartamento en Sao Paulo que le otorgó una constructora a cambio de contratos en Petrobras, sin embargo, él ha negado los cargos y se considera una víctima de la manipulación judicial del caso con el objetivo de que no se presentara a la elección presidencial de 2018 donde resultó electo el ultraderechista Jair Bolsonaro.

Los analistas políticos consideran que la liberación de Lula fortalecerá la polarización ideológica entre Bolsonaro y la izquierda, porque sumará apoyo al Partido de los Trabajadores (PT).

Fuente: SDP