Más de 70 familias inconformes se han acercado a la autoridad municipal para frenar la actividad de una funeraria que opera desde hace un año en la colonia Anzures.
El problema radica en que la chimenea que está ubicada en el inmueble emite constantemente un olor fétido y los vecinos temen por su salud y la de niños y personas de la tercera edad pues en las inmediaciones de este lugar se encuentra una estancia infantil y una casa de retiro.
Aunque la funeraria de nombre “Paw Paradise – Funeral Home” asegura estar trabajando en regla, los vecinos piden al gobierno municipal acercarse a verificar las condiciones en las que opera este lugar así como exhortar a los dueños a colocar filtros para reducir los riesgos de contaminación ambiental en el lugar.
Staff / Diario Cambio
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