El gobierno de Rafael Moreno Valle planeó una monumental exposición de Francisca Toledo. Éste ilusionado por su relación con Erasto Cortés, aceptó gustosamente. Sin embargo, la exposición nunca se realizó y las obras que entregó el artista desaparecieron. Los morenovallistas las hurtaron.
Es tan grave el asunto que algunos de los funcionarios públicos involucrados en ese hurto salieron temporalmente de Puebla, en un caso hay un personaje que todavía no aparece.
Sergio Ortiz, entonces director de Promoción Cultural del gobierno del estado, ya novolvió a su cargo luego del escándalo de Toledo.
Historia del engaño
El ahora desaparecido Consejo Estatal de Arte y Cultura invitó a Toledo realizar una magna exposición de su obra en el Museo Taller Erasto Cortés. A Toledo le gustó la propuesta, pues hace 20 años él había sido el creador de ese museo taller, a tal grado que se encargó de reunir un acervo de más de 500 litografías de autores poblanos, y donó 114 de sus obras personales.
Toledo creyó que se preparaba una magna exposición de su obra, por ello entregó al gobierno morenovallista una colección representativa. Las obras entregadas estaban valuadas en varios millones de dólares.
Pasaron las semanas y los meses y la exposición no avanzaba. Esto colmó la paciencia del artista, y pidió le devolvieran sus obras, las cuales estaban comprometidas para otras exposiciones.
Luego del disgusto y los retrasos, le regresaron el mismo número de piezas, sin embargo no eran las originales, eran copias de los grabados y reproducciones.
Por esta situación advirtió que haría una demanda y una denuncia pública, de no devolverle sus obras originales.
Sin embargo, luego de la advertencia de Toledo, morenovallistas abrieron las chequeras para pagar las obras del artista juchiteco.
Con información de La Jornada de Oriente
Staff/ Diario Cambio
@Diario_Cambio