Con pancartas sobre los bolardos, los habitantes de Amalucan se ‘lanzaron’ contra la alcaldesa Claudia Rivera por la colocación de estos postes, calificándolos de inútiles, por lo que exigen que sean removidos lo antes posible, pues cada metal tuvo un costo de mil 164 pesos.
Los vecinos de dicha colonia se manifestaron en contra de esta medida de prevención, poniendo pancartas de descontento ciudadano sobre los postes con leyendas como “Retiro de bolardos por ¡inútiles!” así como “Bolardos no abonan a que mejore la calidad del aire”.
La instalación de bolardos en la zona comenzó el pasado mes de diciembre y a los pocos días ya había reportes sobre comerciantes, peatones y automovilistas que habían dañado el mobiliario, mismo que durante los últimos días de 2019 fue renovado.
A pesar del constante descontento de la ciudadanía por la instalación de estos guardapeatones en la ciudad, la Secretaría de Movilidad continúa con la colocación de ellos en diferentes puntos del Centro Histórico.
Mientras que la titular de la dependencia, Alejandra Rubio Acle, ha sido señalada por José Luis González Acosta, presidente de la Comisión de Desarrollo Económico y Sustentabilidad, de beneficiar a sus familiares al asignarles contratos millonarios por la colocación de bancas, macetones y bolardos.
Además, la regidora Marta Ornelas indicó que deberían hacerse estudios pertinentes para saber si esta medida afecta o beneficia a la ciudadanía; también mencionó que ella fue la encargada de pedir que fueran retirados algunos del centro de la ciudad que afectaban el tránsito del Turibús.
El Ayuntamiento de Puebla pagó millón de pesos a cuatro millones 320 mil 306 pesos a la empresa Consorcio Metaplastico SA de CV, por lo que cada bolardo tiene un costo de mil 164 pesos, mientras que por una maceta se desembolsaron siete mil 713 pesos, por un macetón seis mil 196 pesos, una banca con respaldo cinco mil 194 pesos y por un biciestacionamiento mil 287 pesos.
José Alberto Pérez
@Josealberto_5