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Expolicía muere por negligencia del IMSS; quieren meterlo como caso Covid

Jueves, 13 Agosto 2020 21:11
Expolicía muere por negligencia del IMSS; quieren meterlo como caso Covid

La familia inició un proceso legal para cumplir con la última voluntad de su ser querido, quien quería ser enterrado y no incinerado. Asegurando que no murió por covid-19, como los médicos indicaron  

Staff

@Diario_Cambio



La fotografía del expolicía judicial de Querétaro, José Antonio Almaraz Romero, fue colocada al centro de una corona fúnebre, junto con imágenes religiosas y flores, sobre una mesa de madera instalada en el patio de su casa.


Anoche, con café y pan, algunas personas se apostaron alrededor, pero no estaba el cuerpo del difunto, cuya muerte, tres días atrás, fue asociada a covid-19.


La madrugada de este martes una carroza llegó al número 68 de la calle Topacio, en la colonia San Gregorio, donde familiares y amigos ayudaron a bajar el ataúd con el cuerpo del señor José Antonio, para brindarle el último adiós.


Antes, la familia inició un proceso legal para cumplir con la última voluntad de su ser querido: ser enterrado y no incinerado. Ello, porque –subrayaron– no murió por covid-19 y los médicos pretendían que fuera incinerado.


María Elena Lázaro Meza, de 59 años, esposa de la víctima, relata que se negó a firmar el certificado de defunción por dos razones: estaba convencida de que su esposo no tenía covid-19, y porque de haber aceptado esa versión, dijo, habría implicado incinerarlo de inmediato.


En Querétaro, las “medidas de seguridad sanitaria” publicadas por el gobierno estatal –el pasado 19 de marzo– determinan que todas las víctimas mortales de covid-19 serán incineradas, e incluso el gobierno absorbe los gastos del funeral.


Sentada en un sillón de la sala de su casa –donde hay varias fotos de su marido en los muros–, María Elena explica que la certeza de que su esposo no estaba contagiado radica en los antecedentes que los llevaron al hospital.


Lesión en la cadera


Detalla que a finales de junio su marido, de 73 años, se cayó y fracturó la cabeza del fémur, a la altura de la cadera, por lo que fue operado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Le colocaron una prótesis, pero ante el aumento del dolor otros médicos particulares les confirmaron que la intervención había sido un desastre.


“No aguantaba el dolor, trajimos a una persona a que le sacara una radiografía y dijeron que estuvo muy mal hecha la operación, que le pusieron una prótesis del 4 y él era del 7, por estar muy grande, y le estaba lastimando mucho”, relata.


Por eso, a mediados de julio regresaron al IMSS y los médicos programaron otra operación, para este miércoles 12. A José Antonio Almaraz le hicieron estudios preoperatorios, pero el sábado 8 su estado de salud empeoró.


Con información de: Proceso