Jueves, 25 de Abril del 2024
Martes, 01 Septiembre 2020 03:31

¿Qué se puede informar en tiempos de pandemia?

¿Qué se puede informar en tiempos de pandemia? Escrito Por :   Silvino Vergara

«La democracia tiene que ser pensada como algo que funciona con el votante y con el político medio; únicamente sobrevive si la propia inteligencia del sistema compensa la mediocridad de los actores». Daniel Innerarity


 

Como es obligación constitucional y, también, como ya es una costumbre, cada 1º de septiembre de cada año, el titular de la administración pública federal debe presentar un informe ante el Congreso de la Unión respecto de las labores del último año. Por ende, este evento fue considerado, históricamente, como parte del folklore mexicano. Basta recordar que en los tiempos de máxima inflación y crisis económica del país, se llenaban las calles de servidores públicos y alumnos de escuelas arrojando papeles y alabanzas al presidente en turno en su camino, de Los Pinos —hoy convertida en casa de productos en remate— al Congreso de la Unión —hoy, casa que representa más al habitante del Palacio Nacional que a todos los habitantes de la nación—. Sin embargo, en estas fechas de 2020, ¿qué se puede informar en tiempos de pandemia?

 

En esta ocasión, el informe dirigido a la nación será el día 1° de septiembre, sin embargo, en aquellos tiempos, sobre todo los de los presidentes De la Madrid y de Salinas de Gortari, cuando aparecía el comunicado de algún informe para la nación por parte de la presidencia, prácticamente se paralizaba cualquier actividad en el país, los pocos canales de televisión hacían la cobertura y todas las estaciones de radio hacían lo propio, se paralizaban los gobernantes para conocer qué decían los presidentes de aquellos tiempos; comunicados que, normalmente, se basaban en contenidos y consecuencias de lo que estaba sucediendo (por ejemplo, de la creación de los pactos económicos, de las devaluaciones, de algunas medidas que afectaban a la totalidad de la nación). Por ende, en esas fechas —que no eran muy seguidas y periódicas—, cuando se sabía que había un comunicado de la presidencia, éste era un momento para ser tomado en consideración, sobre todo el informe presidencial. Incluso, tanto en esos tiempos como en las décadas de los setenta y ochenta del siglo XX, esos días eran de asueto para escuchar el informe, que tardaba no menos de dos horas. Razón por la cual, también, históricamente, el inicio de clases en todo el territorio nacional era al día hábil siguiente del 1° de septiembre.

 

En esta semana, que corresponde al primer informe del gobierno que inicia la década de los 20 del siglo XXI, las cosas de verdad que han cambiado. Ese informe ya no se realiza dentro del congreso de la Unión, más que nada, por temor a las reacciones de los diputados de oposición. Tampoco existe ya ese desfile multitudinario. Por otro lado, ya no es tan importante el 1° de septiembre, el cual ha dejado de ser una fecha emblemática en el país, empezando con que ella ya ni es el inicio de los ciclos escolares, pues —desde algunos sexenios— ni se sabe a ciencia cierta cuál es la fecha de inicio de las clases, posiblemente con el afán de inyectar incertidumbre a la población hasta en ese punto. El informe, por tanto, se dará el 1° de septiembre; pero (y, además) hoy, con tantos discursos a mañana y tarde, tantas conferencias de prensa, tanto uso de los medios de comunicación, de las redes sociales, poco interés representará para la población lo que se pueda decir en ese informe. Por eso la pregunta de ¿qué se puede informar en tiempos de pandemia?

 

El desgaste de las conferencias en la madrugada, las conferencias en la tarde, las conferencias del personal de la presidencia o de las Secretarías de Estado, las conferencias de sábados y domingos, para la población es hasta desgastante; pues se informa lo informado, se comunica lo comunicado e, incluso, se ha llegado al extremo que sean meras conferencia sin contenido alguno, simples opiniones o charlas de club social. Es hasta deprimente ver las imágenes que se muestran en los medios de comunicación de las citadas conferencias, que —prácticamente, vacías de reporteros— parecen más una clase de preparatoria abierta a las diez de la noche de un viernes que una conferencia en el propio Palacio Nacional. Por ello, la pregunta: ¿qué se puede informar en tiempos de pandemia?

 

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