El dato carece de fundamento y de ninguna manera es un parámetro confiable. Es sabido que en todo el país los números de emergencias reciben incontables llamadas falsas. No sólo el 911, sino Cruz Roja, cuerpos de Bomberos y otras instituciones que se ven agobiadas por las llamadas de broma. Y este caso no sería la excepción.

 

Por otra parte, también debe decirse que las cifras y números que presenta el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, tampoco son exactos, ya que se basan en reportes del sistema de salud; es decir, de hospitales públicos y privados.

 

Pero se está soslayando que una gran cantidad de mexicanos está sobrellevando el padecimiento en sus domicilios.

 

Los reportes que tenemos en el interior de la República son que por lo menos un 40 por ciento de las personas que contraen el COVID-19 padecen las secuelas fatales en sus hogares. Repetimos, por lo menos un 40 por ciento, probablemente llegue a más.

 

Depende mucho de las comunidades. Un ciudadano de Tlaxcala tiene más posibilidades de llegar a un hospital, que un poblador del estado de Oaxaca o Michoacán. Esto se agudiza conforme se trata de pequeñas poblaciones en las que acceder a un nosocomio representa penosas dificultades.

 

Para un habitante del valle de Chalco es menos difícil ser atendido en un hospital, que para un migrante que regresó a su pueblo natal en Guanajuato.

 

Hasta el momento el aparato gubernamental no ha especificado cuántas personas perecieron en sus hogares y esto se debe a que sus reportes solamente parten del sistema de salud.

 

El único método real y verdadero, con un sistema mucho más exacto para obtener cifras de los decesos es el Registro Civil que opera en los más de dos mil 400 municipios del país.

 

Cuando Quinto Elemento Lab o cualquier otro sistema de investigación social revise los datos municipio por municipio del referido registro y se obtenga el número de decesos que tengan como causa COVID-19, probable coronavirus, neumonía atípica, insuficiencia respiratoria, podremos tener una dimensión de la tragedia que ya está ocurriendo.

 

En el momento en que se hagan revisiones metódicas de las oficinas del Registro Civil se conocerán las verdaderas cifras del desastre de salud que está agobiando a México.

 

De entrada, podemos adelantar que las cifras son muy superiores a las que cada día ofrece López- Gatell, pero nada tienen que ver con llamadas al número 911.

 

Dulcería poblana.

 

Entre AMLO y Barbosa, una relación afable.

 

La visita de López Obrador a Puebla ratificó la relación afable que tiene con el gobernador Barbosa Huerta. Pese a que el acto en Cholula fue utilizado por Antorchistas y bloques antagónicos, nada pudo empañar la lealtad que el Ejecutivo local profesa al presidente de la República. La línea de apoyo se mantiene firme, no hay nubarrones en ese lazo institucional. AMLO tiene en Barbosa a un gobernador aliado y nada podrá mover eso.

 

La incidencia delictiva ha bajado, confirma el secretario de la Defensa Nacional.

 

En términos generales la incidencia delictiva ha bajado en Puebla. Así lo demostraron las cifras y gráficas presentadas por Sandoval González, Secretario de la Defensa Nacional. Esta es la consecuencia natural de los golpes de precisión quirúrgica, la detención de capos, operadores criminales y cabecillas en base a un Atlas Delincuencial. Asimismo, los operativos de vigilancia en zonas rojas han dado resultados. Debe recalcarse que se trata de una labor exclusiva del gobierno estatal. Las y los presidentes municipales, son rémoras, lastres con los que hay que jalar.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en  Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.