Genaro García Luna era el capo de capos, a un lado, operaban los lugartenientes Luis Cárdenas Palomino y Pequeño García. El barón del “crimen uniformado” y otro de sus secuaces, Iván Reyes Arzate, ya están en prisiones estadunidenses. Sus esbirros no tardarán en acompañarlos.

 

Hace meses se reveló la existencia de una organización llamada ‘El Seguimiento 39’, una cúpula que estaba por encima de todas las organizaciones delictivas del país. Era el verdadero cártel de cárteles. Todo se manejaba desde el gobierno de Calderón.

 

Pero ya entrando a escudriñar las catacumbas de los nexos entre funcionarios y criminales, en Puebla no debemos olvidar que, un día aciago, Genaro le propuso a Rafael Moreno Valle a uno de sus operadores.

 

Hay momentos en los que la política entra a los terrenos de lo irracional.

 

El entonces gobernador aceptó de inmediato la propuesta y lo nombró secretario de Seguridad Pública estatal, con amplias facultades y atribuciones.

 

En ese momento, Puebla fue entregada a la delincuencia y al crimen.

 

Facundo Rosas Rosas fue el operador del desastre llamado Chalchihuapan, también es conocido como el padre del huachicol, pero ante todo, era el brazo de García Luna en Puebla.

 

Hoy que toda la estructura de Genaro se está derrumbando en pedazos, conviene preguntarnos ¿Y Facundo, para cuándo?

 

Fue uno de sus principales colaboradores, hombre de todas las confianzas y confidencias. Es prácticamente imposible que Rosas no resulte señalado en las pesquisas que realiza el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

 

Tarde o temprano habrá de ser imputado.

 

Todo es cuestión de esperar.

 

Dulcería poblana.

 

Tehuacán: la tragicomedia del trienio perdido.

 

Dentro de unos días, Felipe Patjane cumplirá nueve meses en prisión; aún sigue en el penal de Tepexi de Rodríguez bajo tres procesos penales.

 

Su suplente, Andrés Artemio Caballero López, durante siete meses peleó en tribunales electorales su ascenso. Finalmente, cuando logró que el Cabildo le tomara protesta, fue notificado de que el Congreso del Estado habrá de desaparecer la administración municipal.

 

En dos ocasiones se negó a comparecer ante la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales. Además, interpuso dos amparos, mismos que perdió.

 

Ayer, miércoles 5 de agosto, el Cabildo aprobó presentar una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para detener la resolución del Congreso.

 

Apenas se votó en favor de recurrir a esa medida, aunque todavía no se aplica.

 

Sólo que a la sesión no se presentó la síndico municipal Laura Gallegos.

 

De acuerdo al artículo 100 de la Ley Orgánica Municipal, corresponde a la Sindicatura representar jurídicamente al Ayuntamiento ante esos procedimientos.

 

Pero todo indica que la síndico ya se apartó y desligó del alcalde suplente. Abrió una zanja entre ambos y lo dejará a su suerte.

 

La ley únicamente faculta a la Sindicatura para interponer una controversia, y Caballero no puede brincarse la norma jurídica.

 

Hay señales claras de que el Ayuntamiento “manzanillista” que maneja Pepe Momox buscará reducir, acotar las facultades de la abogada de la Comuna, lo cual no es posible.

 

Gallegos, con toda facilidad, podrá interponer un amparo y ganarlo.

 

Mientras el edil suplente Caballero López se pelea con su síndico, la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Congreso del Estado afina y detalla la resolución que habrá de desaparecer a la actual administración municipal.

 

La tragicomedia del trienio perdido continúa.

 

Como siempre, quedo a sus órdenes en  Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.